“En Bolivia somos cerca de 10 millones de habitantes y resulta que ni siquiera el 1% tiene la costumbre de masticar la hoja de coca o el llamado acullico, por lo tanto es una falacia y una mentira del presidente que venga a decir que es una necesidad humana. Ha organizado ayer el día famoso del acullico, donde ha puesto a todos sus gobernadores, alcaldes, etc., a aponer a la gente a acullicar. El tema es ahí profesionales, intelectuales. Es una costumbre andina que ni siquiera está generalizada entre los indígenas del oriente”.
“La Comisión Única de 1961 sobre estupefacientes, en su artículo 49, inciso E, nunca penalizó el masticado de la hoja de coca ni lo prohibió, dio un plazo de 25 años, para que se deje esa práctica ancestral en Bolivia, en Perú y en Ecuador. Esos 25 años se han cumplido en el año 1986 y nadie ha sido sancionado o penalizado por este hecho. La Convención de 1972 y la Comisión sobre Estupefacientes de 1971 establecieron algunas enmiendas a la Convención de 1961,o sea a la Convención de Viena y ésta en su artículo 14 señala con claridad que se respetan los usos y costumbres tradicionales así como este masticado de la hoja de coca, porque en su estado natural no es cocaína”.
“El presidente al denunciar la Convención de Viena, está denunciando automáticamente esos protocolos adicionales y los convenios de control de estupefacientes, entre los cuales los arbustos de la hoja de coca contienen 14 alcaloides, lo mismo ocurre con la adormidera y otras cannabinaceas, pero sin embrago lo que preocupa es que haya ido a mentir para decir que se está penalizando, nunca se ha penalizado el acullico está garantizado por la Convención de 1961”.
CONVENCIÓN ÚNICA DE 1961 SOBRE ESTUPEFACIENTES