«En el Ecuador hay clínicas de tortura-dice Barba-Hay clínicas que no están bajo la supervisión
El estado ecuatoriano por medio del ministerio de salud pública y el consejo nacional de substancias sicotrópicas y estupefacientes, son las entidades encargadas de emitir los permisos de funcionamiento de estos centros. Estos centros son algunos de carácter privado y otros clandestinos. Son clínicas que legalmente se constituyen para rehabilitar a personas con problemas de adicción, dice Barba.
Para estos centros, sigue explicando, la homosexualidad: “Se considera un trastorno de conducta, un mal curable y efectivamente otro problema de adicción. Para ellos, la orientación sexual es reconocida como un problema de adicción en la medida que se puede “curar”. Lo que pasa en Ecuador es que no hay un control sobre estos centros. Cualquier persona que tiene de 3 a 4 mil dólares puede poner un centro de rehabilitación y empezar a funcionar, y en el transcurso de su funcionamiento empezar a realizar los papeleos. En el Ecuador hay alrededor de 200 clínicas de rehabilitación que están en trámite y hay otras clínicas que funcionan en forma clandestina”
Karen Barba sostiene que: “Hay personas que lucran por medio de este negocio porque el estado ecuatoriano no tiene ni el interés político ni el control sobre cómo funcionan estas clínicas. Las terapias que reciben las personas que tienen algún problema de adicción son vejadas dentro del proceso terapéutico, con violencia, tortura y discriminación”.
Relata denuncias de personas que han sido esposadas, privadas de alimentos por dos semanas, y deben realizar trabajos en el propio centro.
“En el Ecuador hasta el año 97 estaba penada la homosexualidad”, dice Barba. “Tenemos más de 10 años realizando denuncias de estos centros de rehabilitación. Este informe habla de las ejecuciones extrajudiciales de transexuales, travestis, homosexuales y lesbianas en centros de rehabilitación”
Manifiesta Barba que el secuestro es una práctica denunciada muchas veces. Tres o cuatro personas, trabajadores del centro, entran a las casa, vendan y esposas a las mujeres y hombres homosexuales y transexuales, los cargan en un auto y los amenazan con matarlos. Pasan un tiempo de oscuridad dentro del centro, alrededor de dos semanas, no saben dónde están, están desconcertados, luego le dan la bienvenida en una especie de estadio donde menoscaban su personalidad diciéndoles que por ser homosexuales están en ese lugar.
“Una de las terapias que se utiliza para supuestamente curar la homosexualidad es el abuso sexual. Creen que las lesbianas lo son por no haber tenido una relación sexual satisfactoria con un hombre”
“Hemos denunciado por 10 años estos abusos en todos los tribunales nacionales y ni uno solo ha sido resuelto por el estado ecuatoriano”.