“Es algo extraño y un poco ingenuo. Es obvio que la banda terrorista tiene en la mira a todos los grandes jerarcas del gobierno colombiano, lo ha demostrado y de hecho hay miles de historias en ese sentido. No se sinceramente si un hecho que es casi de Perogrullo sea anunciado por el presidente como una novedad, incluso una gran noticia”.
“En lugar de mantener una política conjunta de todo el estado colombiano y de la población a través de los cooperantes, el presidente desmontó la política de seguridad con la quimera de una negociación política con las FARC. Ahora las FARC tienen prácticamente incendiado el país. No solamente hubo el atentado a Fernando Londoño y la preparación de otros, sino también la destrucción de infraestructura, particularmente minero-energética y a esos factores no ha habido respuesta, por lo menos ordenada y eficaz”.
“Es un escenario internacional muy complejo, porque el terrorismo colombiano tiene aposentos propios, en Venezuela por ejemplo, eso se ha denunciado. Tiene una gran complicidad del régimen ecuatoriano. Tiene además apoyo de la organización ALBA, Nicaragua, incluye también a Cuba”.