El plan del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, de moderar su controvertido programa migratorio para acercarse a los votantes hispanos sigue hoy sumido en la confusión, debido a continuos cambios de tono, cancelaciones y contradictorias declaraciones.
Tras hacer de la construcción del muro en la frontera sur con México y la creación de una “fuerza de deportación” para sacar de Estados Unidos a los inmigrantes ilegales los ejes de su plan migratorio, el magnate neoyorquino se ha embarcado en un intento de moderar el tono para apelar al voto hispano.
“La primera cosa que vamos a hacer si gano es deshacernos de todos los inmigrantes malos. Tenemos miembros de pandillas, asesinos, tenemos un montón de gente que tienen que salir del país”, aseguró Trump en una entrevista emitida en la conservadora cadena Fox a última hora del lunes.
“Por lo que se refiere al resto”, matizó luego, “vamos a seguir el proceso legal, quizá con mucha más energía, y lo vamos a hacer a través del sistema legal”.
De hecho, y pese a sus frontales críticas al presidente, Barack Obama, aplaudió parte de la política del actual Gobierno.
“Lo que la gente no sabe es que Obama sacó un gran número de gente del país. (El presidente George W.) Bush, lo mismo. Mucha gente fue deportada del país con las leyes existente. Pues bien, yo voy a hacer lo mismo”, dijo Trump en un raro reconocimiento de Obama, al que ha calificado como el peor presidente de la historia del país.
Estas declaraciones se suman a las pronunciadas por su recién nombrada nueva jefa de campaña, Kellyanne Conway, quien dejó el domingo en el aire el controvertido plan de deportación de los 11 millones de indocumentados que viven en EEUU como aún “por determinar”, y señaló que el candidato republicano ofrecería más detalles “en las próximas semanas”.
Desde entonces, la confusión ha vuelto a reinar en una ya de por sí peculiar campaña como la de Trump, que se ha caracterizado por la imprevisibilidad y el personalismo del magnate, en su intento de reconciliarse con la comunidad hispana.
Varios sondeos nacionales sitúan a Trump hasta 60 puntos por debajo de la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, en intención de voto entre los hispanos, cuyo creciente peso demográfico hace que su apoyo sea vital para vencer en estados fundamentales en las elecciones de noviembre próximo.
Si a comienzos de semana anunciaba en su agenda un discurso para este jueves en Colorado, un estado de creciente población hispana y considerado uno de los claves para decidir las elecciones de noviembre, donde se filtró que daría a conocer detalles de su plan migratorio, en la tarde del mismo lunes se cancelaba el evento.
De acuerdo al diario Denver Post, que tuvo acceso a un correo electrónico enviado por el empresario neoyorquino a sus seguidores, la suspensión se debió a que el discurso previsto “todavía estaba siendo modificado”.
Esta mañana, Conway añadió más indefinición al subrayar que el calendario de eventos de esta semana, en el que estaba incluido el de Colorado, “había sido heredado” y daba a entender que no era su responsabilidad, ya que asumió su cargo la pasada semana.
“Aunque creo que es una gran idea tener ese tipo de discurso y ciertamente explicar planes completos, la inmigración es un asunto tan complejo que Trump ha estado recibiendo el consejo de mucha gente diferente”, dijo Conway en una entrevista en la cadena CNN.
En un nuevo giro, el candidato republicano anunció hoy que estará esta noche en Austin (Texas).
“Ahora estoy en Texas en un gran acto de recaudación de fondos para el Partido Republicanos y un especial con Fox News sobre la frontera y con víctimas del crimen fronterizo”, afirmó el magnate en su cuenta de la red social Twitter.
El multimillonario también tiene previsto asistir, entre hoy y el miércoles, a un foro en la también ciudad tejana de San Antonio, organizado por la Fox, en el que hablará de inmigración ilegal y seguridad fronteriza.
La visita a Texas ha sorprendido a algunos analistas políticos, ya que el estado sureño es uno de los sólidos pilares republicanos y tradicionalmente los candidatos se centran a estas alturas de las elecciones, a menos de cien días de los comicios, en lugares en disputa.
“Es poco convencional estar en Austin, Texas, para un mitin a apenas algo más de 80 días antes de las elecciones, pero es un candidato poco convencional, y es algo que le ha llevado lejos”, explicó Dierdre Delisi, consultora política de Texas y antigua jefa de gabinete del ex gobernador del estado Rick Perry.