El senador de Florida, Marco Rubio, pidió al gobierno estadounidense que rechace la petición de Colombia de extraditar a un exguerrillero que fue nombrado enviado de paz del país sudamericano, una medida que podría evitarle más tiempo en prisión por abusos contra los derechos humanos.
Salvatore Mancuso, un excomandante paramilitar, cumplió una condena de 12 años en prisión por tráfico de cocaína en 2020. Desde entonces se encuentra bajo custodia estadounidense, después de que Colombia revocara en el último momento una orden de Estados Unidos que lo habría enviado a Italia, donde también tiene la ciudadanía, y en su lugar llegara a un acuerdo para que fuera devuelto a su país para enfrentarse a la justicia.
Este mes, el presidente colombiano Gustavo Petro nombró a Mancuso enviado de paz para promover el desarme de otros grupos armados ilegales surgidos después de que las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) de Mancuso depusieran las armas hace dos décadas. Para facilitar el papel pacificador, Petro dijo que buscaría suspender las penas de prisión que los tribunales ya impusieron contra Mancuso por su participación en más de 1.500 actos de asesinato y desapariciones forzadas.
Rubio, el principal republicano en la subcomisión del Senado estadounidense que se encarga de América Latina, instó al secretario de Justicia Merrick Garland a rechazar la solicitud de extradición de Colombia hasta que Petro revoque su oferta a Mancuso o haya garantías creíbles de que cumplirá las condenas.
“Permitir que Mancuso no sólo camine libre en Colombia, sino que represente al gobierno colombiano en negociaciones con narcotraficantes que actualmente trabajan para inundar nuestra comunidad con narcóticos, sería un insulto a los miles de colombianos que son víctimas de los crímenes de Mancuso”, escribió en una carta enviada el miércoles a Garland.
La oficina de Rubio en el Senado proporcionó una copia de la carta a The Associated Press.
Mancuso está solicitando asilo en Estados Unidos alegando que podría ser asesinado si se le traslada a Colombia, un país que lucha por recuperarse de décadas de un sangriento conflicto alimentado por el narcotráfico. En mayo, un juez de inmigración rechazó ese argumento, pero Mancuso ha apelado y el proceso sigue su curso, informaron sus abogados y la fiscalía en una presentación conjunta el martes ante un tribunal federal de Washington.
Manuel Rentería, abogado de Mancuso, declinó hacer comentarios.
Formadas como fuerzas de autodefensa por ricos ganaderos en la década de 1980 para contrarrestar la extorsión y los secuestros de los rebeldes izquierdistas, las milicias de extrema derecha se hicieron con el control de gran parte de la costa caribeña de Colombia a finales de la década de 1990, matando a miles de personas y robando millones de hectáreas de tierra, al tiempo que tomaban el control de las lucrativas rutas de la droga. En 2001, Estados Unidos designó a las AUC organización terrorista extranjera.
Fuente: AP