“Cuando se le presentó a la Comisión la oportunidad de bajar el amillaramiento y producto de eso presentar un presupuesto que creaba un déficit comparado al año pasado, el alcalde fue claro dijo que la manera de equilibrar el presupuesto era negociando con las uniones y buscando concesiones. Yo tengo que felicitar a las uniones y a la administración porque han hecho un buen trabajo, han negociado de buena fe y lo que quedaba era este porcentaje que para los policías y los supervisores reflejaba como unos 35 millones de dólares”.
“Yo no puedo ser oficial electo que diga por un lado que debemos rebajar impuestos y no quiero entonces atender a las consecuencias al otro lado. Sabíamos que esto tenía que venir, yo prefería pedirle a los policías que se aumentaran ellos mismos ese 5% en vez de tener que despedir empleados y esto básicamente es la consecuencia de no apoyar a la posición de la administración”.