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El Blog de Ricardo Brown: ‘Sinatra Siempre’

por actualidad

Fue en septiembre de 1981. Acabo de verificarlo en Google. Fue la primera y única vez que fui a un concierto de Frank Sinatra. Fue en el Hartford Civic Center, en la capital de Connecticut, donde yo vivía entonces. Llevé a mi mamá y a mi esposa. Estaba pensando en aquel concierto hoy, porque llevo horas escuchando la música de Sinatra. Sinatra es muy buena compañía y me ha ayudado mucho a pasar este domingo de cuarentena voluntaria.

Yo crecí en la época del rock, cuando Sinatra desde mucho antes había dejado de ser el ídolo de multitudes que fue en sus primeros años de fama. Pero siempre me gustó su música y me encantaba su trabajo como actor, un talento que no le reconocen lo suficiente, a pesar del merecido Oscar como Actor de Reparto en 1954 por su papel como el soldado Angelo Maggio en la película «From Here

to Eternity.» Yo aprendí inglés de niño viendo viejas películas de Hollywood que pasaban en las mañanas de los fines de semana en la televisión de Miami de aquellos tiempos. Entre otros, mis maestros de inglés fueron Jimmy Cagney, Edward G Robinson, Jimmy Stewart, Humphrey Bogart, Errol Flynn y Frank Sinatra.

Mi mamá, que hablaba excelente inglés desde muy joven en Cuba, nos decía a sus hijos que Sinatra tenía una dicción perfecta, tanto cuando cantaba como cuando hablaba. Nos aconsejaba que nos fijáramos mucho como Sinatra pronunciaba las palabras en las películas. No recuerdo cuantas viejas películas de Sinatra vi en aquellos primeros años de mi niñez en Estados Unidos, pero las que más me gustaron fueron una que ya mencioné -From Here To Eternity- así como »The Man With The Golden Arm,» »The Tender Trap,» » Anchors Aweigh» y una casi desconocida que se llamó »The Kissing Bandit,» en la que Sinatra interpreta un personaje cuyo nombre es Ricardo. Es poco conocido que Sinatra actuó en unas sesenta películas y que además fue productor de un buen número de filmes de Hollywood.

Pero la gran fama de Sinatra es, por supuesto, como uno de los más populares e influyentes cantantes del Siglo Veinte, comenzando desde muy joven con la Orquesta de Tommy Dorsey. Sinatra tenía un estilo único, cuidaba mucho su repertorio, con canciones que siempre relataban un cuento maravilloso, e irradiaba carisma y elegancia en el escenario. Al comienzo de su carrera, Sinatra fue como una suerte de precursor de Elvis Presley y los Beatles. Tuvo a la juventud de Estados Unidos del mundo entero a sus pies, sobre todo a las muchachas, que se enloquecían durante sus presentaciones. Luego, con el paso de los años, tuvo altibajos de popularidad, pero en realidad su música y su figura nunca dejaron de ser relevantes.

Cuando se presentó en concierto en Hartford aquel septiembre de 1981, Frank Sinatra estaba gozando de una renovada popularidad. Todas las entradas del evento se habían vendido semanas antes. Yo había podido comprar tres boletos, con sillas bien situadas, gracias a un inolvidable amigo cubano americano, Manny Martínez ,que era el subdirector del Civic Center y me había avisado del concierto muchos meses antes, cuando se firmó el contrato para la presentación. Manny me reservó aquellos tres boletos, y pude estar muy cerca del escenario durante el concierto.

En aquel tiempo, yo llevaba poco tiempo trabajando como reportero de un canal local de televisión afiliado a la Nbc. En la zona metropolitana de Hartford hay una pujante comunidad italiana e italo-americana, muy influyente en la política, el comercio, las profesiones y sobre todo en la vida social y cultural. Yo sabía que Frank Sinatra era muy popular entre los italianos e italo-americanos, pero realmente me sorprendió que en el concierto del Civic Center me encontré con prácticamente toda la gente prominente italo americana que conocía como reportero, así como con muchísimos amigos, ex compañeros de estudios y vecinos. Yo pasé parte de mi niñez, adolescencia y juventud entre muchos italianos e italo-americanos en Connecticut, algo que agradezco mucho a la vida. Siento un profundo cariño por Italia y por la gente con raíces en ese país.

El concierto fue espectacular. Frank Sinatra tenía entonces 66 años, pero aquella noche estaba en excelente voz, y se veía auténticamente entusiasmado por la reacción del público, que por su parte le regalaba estruendosos aplausos después de cada canción. Los italianos e ítalo-americanos en la audiencia se veían emocionados. Algunos hasta lloraban. Cuando yo llegué al concierto note que muchos de los italianos e italo-americanos, especialmente los mayores de edad, tanto hombres como mujeres, vestían de gala. Hubo un momento en que hasta me sentí mal, ya que había ido al concierto sin corbata.

Casualmente, al día siguiente me encontré en un restaurante italiano muy famoso en Hartford que se llama Carbone’s a Ann Uccello, que había sido la primera alcaldesa de una ciudad en Connecticut y la primera mujer en toda la nación en ser electa a la alcaldía de una capital estatal. Yo conocía a la ex-alcaldesa Uccello de mi antiguo vecindario. Y como la había visto y saludado en el concierto la noche anterior, le pregunté porque había tanta gente vestida de gala, incluyéndola a ella misma. Ella me respondió que aquello era en honor a las raíces italianas de Frank Sinatra. Me contó que por mucho tiempo los inmigrantes italianos y sus descendientes fueron víctimas de discriminación en Estados Unidos. Incluso eran blanco de crueles epítetos racistas. Me dijo que los italianos y los italoamericanos de su generación sentían una veneración muy especial por Frank Sinatra porque, junto al gran jugador de béisbol Joe DiMaggio y el tenor Mario Lanza habían sido prácticamente los primeros italo-americanos en conquistar fama, fortuna y popularidad entre la población general de Estados Unidos..

La ex-alcaldesa Uccello me lo explicó de esta manera: »Ellos rompieron barreras. En este país se decían cosas muy desagradables de nuestra comunidad. Para la gente como mis padres, como yo misma, Frank Sinatra. Joe DiMaggio y Mario Lanza proyectan elegancia, clase, estilo. Y no podían ser más ‘americanos,’ sin dejar de ser orgullosamente parte del fenómeno migratorio italiano en este país. Siempre nos sentimos muy bien representados por ellos. Y por eso, cuando Sinatra canta en una ciudad como esta, donde hay tantos italianos e hijos y nietos de italianos, muchos de nosotros acudimos a sus conciertos vestidos de gala. Es una gran fiesta para nosotros.»

No se me olvidan aquellas palabras de Ann Uccello, que al igual que Sinatra, DiMaggio y Lanza, tan admirados por ella, es una figura histórica en este país, pero sobre todo para la comunidad italo-americana. Por cierto, amigos italo-americanos de Hartford me dicen que la ex-alcaldesa Uccello cumplirá 98 años en los próximos días. Siempre la recuerdo como una persona amable, culta y brillante, con mucha clase y altura.

Frank Sinatra, por supuesto, no fue un hombre perfecto. Tiene algunas páginas negras en su historia personal y se le relacionó en ciertos momentos con algunos personajes de dudosa reputación. Pero quienes le conocieron bien, incluyendo sus ex esposas, sus amigos y sus colaboradores en la música y el cine, siempre dieron testimonio de su calidez y su caballerosidad. Y nadie puede negar su extraordinario talento. Fue un gigante de la maravillosa cultura popular estadounidense. »A great American story,» como me dijo Ann Uccello. Y en mi caso, además de todo eso, Frank Sinatra fue uno de mis primeros maestros de inglés cuando llegué a este país de niño; muchos años después me regaló uno de los conciertos más espectaculares de toda mi vida; y hoy me ha estado acompañando en este domingo de pandemia, con su musica, que es eterna.

No tengo una grabación de aquel concierto en Hartford de Frank Sinatra. Pero Alejandro Calabresi, un amigo italo-argentino-americano que conozco a través de las redes sociales, hace unos días me hizo llegar una grabación de You Tube de un sensacional concierto de Sinatra en Las Vegas en 1978. Lo he visto de punta a cabo varias veces. Como siempre, Sinatra demuestra en ese concierto de Las Vegas que no solo era un cantante fenomenal. Era simpático, genial, brillante. Sus comentarios, sus pequeñas anécdotas, sus pinceladas sobre los compositores y los músicos que le acompañan están a la par de su espectacular voz y estilo. Es grande, Sinatra.

Aquí les dejo el concierto:

#FrankSinatra #LasVegas #FromHeretoEternity

(Escrito en la tarde del domingo 3 de mayo de 2020)

Para leer otras historias del Blog de Ricardo Brown, haz click en el siguiente enlace:

www.ricardobrown.org

 

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1 comentario

Rafael Garcia mayo 4, 2020 - 3:24 pm

Ricardo tienes como periodista una trayectoria admirable, me alegra que tengas un blog donde plasmar tu intelecto ,porque en el programa de la manana » Roberto y Ricardo » lo que haces es secundar todas las opiniones liberales e izquierdistas del sr. Rodriguez Tejera,no se si estas cansado o es que te lo han impuesto.Saludos

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