“Ayer el Ministro de Exteriores español García-Margallo anunciaba el cierre de la embajada. España ha tomado esa decisión de suspender definitivamente su actividad en Damasco, poniendo de ese modo fin a su labor en la representación de dicha capital. El motivo desde luego es la brutal represión sobre la población civil. De momento la delegación española va a permanecer tan solo el personal local a cargo del mantenimiento de la embajada y dos funcionarios españoles que van a trabajar desde la delegación de la Unión Europea en Damasco”.
“En cuanto a la Unión Europea no se ha llegado a ningún acuerdo para coordinar la retirada de los embajadores, pero en la misma línea española están ahora Reino Unido, Francia, Italia y Alemania. De la Unión Europea quien tira del carro ahora es Alemania y dependiendo de si Merkel da voz a esto o no, se tomará una decisión conjunta para actuar en la embajada de Siria”.
Me gustaría resaltar a título personal, y después de haber vivido algo parecido en la guerra de Libia, puesto que cubrí el conflicto como enviada especial, creo que se ha pospuesto demasiado la retirada de los embajadores y la presión internacional en el territorio. Deberíamos haber actuado antes desde Europa ante la ligereza de las matanzas injustificadas que se han llevado en el territorio, hasta el momento el resumen son 8.500 muertes, una cifra desde luego desorbitada”.
“Si se produce la retirada, si se produce la decisión de la Unión Europea de una retirada conjunta de las embajadas puede empezar ahora una guerra tal y como la hemos vivido en el ejemplo libio. La primavera árabe lleva más de un año y de momento las expectativas no son buenas para Oriente Próximo”.
