“El escándalo tiene que ver con una empresa que se llama Ciccone Calcográfica, que es la empresa que imprime los billetes de 100 pesos en Argentina. Apareció primero una denuncia que se hizo unos 6 meses atrás, de una persona que dijo escuchar en un bar una conversación entre directivos de esa empresa donde se mencionaban una serie de ventajas que iban a tener de parte de la Administración Fiscal de la Argentina que tenía pedida la quiebra y demás, y lo último fue hace un mes. La mujer del presidente de esa empresa afirmó que este señor que se llama Vandebroele es en realidad un testaferro del vicepresidente Amado Boudou”.
“A partir de ahí, silencio absoluto de parte del vicepresidente durante un mes, también silencio de parte de los directivos de esta empresa que se llama Ciccone Calcográfica, que estaba en quiebra, que tenía su planta alquilada a una tercera empresa, que intervino la Secretaría de Comercio para quitarle a esta empresa que estaba alquilando la planta de Ciccone Calcográfica, la planta y que se la devolvieran a Ciccone. Intervino la Administración Fiscal para levantar el pedido de quiebra y realizar un acuerdo extraordinario con la empresa para que se hiciera cargo de su deuda fiscal”.
“El vicepresidente lo único que hizo fue denunciar, como siempre hace el gobierno de Cristina Kirchner una conspiración de los medios de comunicación que Clarín que es el grupo periodística más importante de Argentina mentía y ya cuando la cosa se hizo insostenible salió a dar explicaciones en todo lo que es un gran aparato de propaganda que gira alrededor del gobierno con medios que viven de la publicidad oficial, o directamente los medios oficiales que trabajan en función de los intereses del gobierno directamente”.
“Ahí es donde apareció Boudou un mes después a explicar algunas cosas. Dijo que no conocía a este señor Vandenbroele que preside la empresa Ciccone, que apenas sí tenía una relación con otra persona que sí está asociada a este Vandenbroele que no lo podía negar porque había fotos inclusive de esta tercera persona y dijo que nunca había interferido personalmente para que la Administración Fiscal de la Argentina le perdonara, o fuera muy amigable con la deuda de Ciccone Calcográfica”.
“Horas después apareció una nota firmada por el mismo Vicepresidente de la nación siendo Ministro de Economía, pidiéndole a la AFIP, que es la Administración Fiscal que efectivamente le levantara el pedido de quiebra y que accediera a un arreglo porque eso respondía a lo que es el plan de gobierno y demás”.
“Está en una situación sumamente complicada, nadie dentro del gobierno sale a defenderlo. Hay algo que es muy sintomático, tanto Vandenbroele como Boudou que dicen que no se conocen esperaron un mes para hacer aclaraciones y salieron fuerte a los medios de comunicación a negar su relación el mismo día. Demasiada casualidad para gente que no se conoce, no?”.
“La situación de Boudou es complicada en lo político porque además es una persona que tenía aspiraciones para el 2015 para suceder a Cristina Kirchner, lo cual le trae una cantidad enorme de problemas dentro del esquema de poder oficial y en este momento una de las peores noticias para Boudou, hay un juez federal que se llama Oyarbide que se encarga de sobreseer todos los casos en los que está involucrado el gobierno sin vergüenza. Es el juez que sobreseyó a Cristina Kirchner en la causa en que se investigaba su patrimonio que se multiplicó por 8 durante su presidencia, inclusive afirma tener plazos fijos en los bancos colocados a un 29% anual en dólares que es un monto de intereses que no obtiene ninguna persona en ningún lugar del mundo, en la Argentina tampoco. Este juez que es el encargado de los sobreseimientos oficiales, se deshizo de la causa, tenía alguna oportunidad de quedarse con la investigación y no la tomó, lo cual es un síntoma que Boudou toma como síntoma de que está siendo abandonado por el gobierno y es ahí cuando sale a hacer estas declaraciones que lo comprometen más todavía”.
