“El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, es un funcionario que viene de una situación económica no muy favorable, y en los últimos 6 o 7 años ha crecido su patrimonio en una manera que es difícil de explicar, con lo cual hemos iniciado una denuncia judicial para que se investigue aportando algunos elementos de prueba que muestran esto claramente. Se muestra por un lado los bienes que ostenta el vicepresidente y por otro los ingresos que no justifican ese crecimiento patrimonial”.
“Particularmente en un negocio que se está intentando llevar a cabo en Argentina, de impresión de billetes, hay una participación directa por parte de varios funcionarios que están dando la venia para que esto ocurra, por ejemplo el secretario de comercio interior de la Argentina que se llama Guillermo Moreno, por ejemplo el titulare de la AFIP que es la empresa de recaudación de impuestos de Argentina que se llama Ricardo Echegaray que le dio la puerta de entrada a todo este negocio al perdonarle una deuda millonaria ala empresa que va a hacer la impresión de billetes. Está la presidenta del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Mercedes Marcó del Pont que refrendó de alguna manera este negocio que es muy fuerte, son 50 millones de dólares que van a quedar en manos de testaferros del vicepresidente. Hay muchas responsabilidades y mucha gente que tiene cosas que explicar”.
“En la Argentina la presidente controla mucho a los jueces a través de presiones directas e indirectas. Les manda intervenir los teléfonos, los manda a seguir, los fotografía y si tiene imágenes indecorosas, se los presiona a través de ese tipo de cuestiones, como pasa con un juez que se llama Norberto Oyarbide que es el ejemplo de corrupción en Argentina a nivel judicial, con lo cual es muy probable que el juez que tiene la causa contra el vicepresidente se llama Ariel Lijo es muy probable que sufra una envestida muy fuerte por parte del gobierno para que no avance”.
Con respecto a una relación entre la presidenta y el vicepresidente: «Son rumores que nacen de la misma casa de gobierno, con lo cual habría que darle alguna entidad. Si realmente hay un vínculo amoroso entre Boudou y la presidenta, ella tiene derecho a que exista esto, puede elegir a sus relaciones libremente, sobre todo ahora que es viuda, lo que estaría mal es que haya elegido con el corazón y no por sus cualidades a la persona que conduce los destinos de la Argentina. Son rumores que salen de la casa de gobierno, lo dicen los funciionarios, con lo que hay que prestarle bastante atención».
