Caridad Caballero Batista, periodista independiente cubana, relata: » Con anticipación al domingo salimos con destino a la parroquia para estar allí y poder burlar la vigilancia de la policia política. Llegamos y pasado un par de horas ya la seguridad del estado conocía nuestra presencia en el Santuario del Cobre. Fuimos advertidas por muchas personas que estaban preguntando por nosotras. El cura dijo que no se metieran con nosotras, ya le había advertido a los trabajadores que eramos mujeres que teníamos derecho de estar alli para pedir por la libertad de nuestros familiares, de nuestros hermanos y la libertad de nuestro país».
Continúa relatando Caridad Caballero Batista: «Al día siguiente, el domingo, participamos en la Misa de las 8 de la mañana». » El sacerdote Palma, dijo que se hallaban presentes las Damas de Blanco, que en reiteradas ocasiones habían sido golpeadas por las autoridades».
Cuando salieron del Santuario comenzó la provocación por parte de paramilatres y la vigilancia de la seguridad del estado. Las monjas y empleados del lugar salieron en su defensa. La señora Caballero Batista dice: «Gracias a Dios no nos dieron golpes y fue algo que nos conmovió al sentir aquellas palabras de aliento del sacerdote y de todas aquellas personas que intercedieron por nosotras. Eso nos da fuerzas para seguir adelante aunque nos repudien»
