Durante una reciente entrevista en el programa radial Cada Tarde, el analista militar y especialista en seguridad del Medio Oriente, Joseph Hage, ofreció una evaluación detallada del peligro que representa un Irán con capacidad nuclear, en el contexto de los últimos hallazgos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y las crecientes tensiones en la región.
Hage se mostró de acuerdo con la idea de que el mundo no puede permitir un Irán con bombas atómicas, calificándolo como un «peligro para la civilización». Recordó el historial del régimen iraní, afirmando: “Irán ha financiado y ejecutado atentados en Buenos Aires y en otras partes del mundo. No podemos aceptar que un régimen así tenga acceso a armamento nuclear”.
Según Hage, un reciente informe del OIEA reveló la existencia de tres instalaciones nucleares no declaradas donde se encontraron partículas de uranio artificial. Además, se estima que Irán posee 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, aunque el verdadero grado de enriquecimiento podría ser aún mayor. “¿Saben cuántas bombas se pueden fabricar con 400 kilos de uranio enriquecido? Es una amenaza directa y concreta”, advirtió. “Y lo más alarmante: Irán no ha declarado ni la cantidad exacta ni el grado de ese uranio. Hay un punto de interrogación sobre lo que realmente están haciendo”.
El analista también recordó que esta situación no es nueva: “Hace más de una década, un alto funcionario del Mossad ya alertaba que Irán estaba al 80% de capacidad de enriquecimiento. Han pasado 10 o 15 años, probablemente ya están más cerca que nunca de la bomba”.
Las tensiones se intensificaron luego de que el ministro de Defensa iraní amenazara con atacar todas las bases estadounidenses en la región, y a sus aliados, en caso de una ofensiva militar. Como respuesta, Estados Unidos ha comenzado a evacuar personal no esencial de sus embajadas y consulados en áreas estratégicas del Medio Oriente.
En un intento de distensión, Rusia ofreció retirar el uranio enriquecido iraní a su territorio como gesto para facilitar negociaciones, pero Hage advirtió que esa opción no genera plena confianza: “Rusia tiene más credibilidad que Irán, pero tampoco es garantía. Israel no puede arriesgarse a confiar sin una verificación total”. Por su parte, Francia se unió a la condena internacional, sumando presión diplomática sobre Teherán. “Cuando Francia rompe el silencio, es porque el peligro es real”, subrayó el analista.
Finalmente, Hage señaló que aunque el presidente Trump ha pedido a Israel no atacar prematuramente mientras se negocia un acuerdo, el margen de maniobra es cada vez más estrecho. “La suerte está casi echada. Si Irán no se detiene, Israel podría actuar con o sin el respaldo de EE. UU.”, concluyó.