“La ley de la Constitución del estado de la Florida obliga a que no hubiera una exención cuando no es el uso exclusivo de esa municipalidad o para el uso público. En el momento en que los Marlins estaban obteniendo una ventaja económica sobre los estacionamientos, ya se iba de las manos de la ciudad de Miami”.
“Al final de todo era el pueblo el que iba a estar pagando los impuestos, por la parte esa yo me siento contento porque los ciudadanos de la ciudad de Miami eran los que iban a pagar los impuestos, no la ciudad, la ciudad se los iba a pasar a ellos. Pero yo creo que hemos abierto como una caja de Pandora, de hacer una ley para ayudar a algo que se hizo mal desde el principio. ¿Qué fue lo mal que se hizo en el principio? Definitivamente fue el contrato, cómo se estableció, cómo establecieron los Marlins el contrato, en la forma que decían que la ciudad era la que pagaba los impuestos. Ahí no hubo nunca duda de que había impuestos en esa propiedad, lo único que los Marlins hicieron lo más inteligente, se lo pasaron a la ciudad de Miami”.
