El Congreso de EEUU aprobó, este viernes, un acuerdo presupuestario para dotar de fondos al gobierno federal durante el año fiscal 2016, que contempla fondos valorados por 1,15 billones de dólares para los próximos 10 meses y un recorte fiscal de 680.000 millones para empresas y trabajadores de bajos ingresos.
Tras semanas de negociaciones, republicanos y demócratas llegaron a un acuerdo sobre el plan de financiación esta semana, el cual fue aprobado hoy primero por la Cámara de Representantes –por 316 votos a favor y 113 contra– y después por el Senado –con 65 frente a 33–.
Entre otras cosas, el texto presupuestario contempla el levantamiento de la prohibición de exportaciones de petróleo, una demanda de larga data de los republicanos, mientras que los demócratas consiguieron incluir estímulos para el fomento de energías limpias y la reducción de costes de los seguros médicos.
«Este compromiso bipartidista asegura victorias significativas para los republicanos y para el pueblo estadounidense, como la derogación de la prohibición obsoleta de las exportaciones de petróleo que bloqueaba el crecimiento«, dijo en un comunicado el presidente de la Cámara baja, Paul Ryan.
«La legislación fortalece a nuestros militares y protege a los estadounidenses de las amenazas terroristas, al tiempo que acota la extralimitación de las burocracias gubernamentales intrusivas como el IRS (servicio de impuestos) y la EPA (Agencia de Protección Ambiental)», agregó el republicano.
Mientras tanto, los demócratas interpretaron como una victoria haber impedido ciertos objetivos de los conservadores, como aumentar las restricciones a los refugiados sirios e iraquíes y la retirada de fondos a la organización de planificación familiar Planned Parenthood.
Una historia petrolera
La industria del petróleo en EEUU tuvo, en el pasado, mucha fuerza. Sin embargo, la inestabilidad de los precios de las materias primas repercutió en el conjunto de la economía del país, por lo que el Congreso prohibió exportar petróleo estadounidense en 1975, tras una crisis energética provocada de cierta manera por la OPEP. El petróleo producido en EEUU sólo se podría consumir dentro del propio país para que la dependencia de la industria del crudo fuera menos intensa.
La producción de crudo estadounidense pasó de 5 a 9,4 millones de barriles diarios entre 2008 y 2015 (un incremento del 80%), según la Agencia de Información Energética del Gobierno, gracias al rápido desarrollo de la técnica de fracturación hidráulica.
Además de crear empleos en Estados Unidos, los republicanos dicen que la decisión ayudará a los aliados del este europeo, que hoy dependen de Rusia en materia energética. Sin embargo, los inversores no parecen esperar un gran impacto en el mercado petrolero. Puesto que EEUU sigue produciendo menos petróleo del que consume, por lo que los barriles extraídos en EEUU ya estaban ‘cotizando’ en el mercado.