El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó este viernes en la Casa Blanca que no será posible conseguir paz en Siria «sin un gobierno legítimo» y reforzó su convicción de que el dictador Bashar al Assad debe dejar el poder.
«Pienso que Al Assad tendrá que marcharse para que el país detenga el baño de sangre y todas las partes envueltas puedan avanzar en una forma que no sea sectaria. Él ha perdido legitimidad a los ojos de su país», afirmó Obama en la última conferencia de prensa que brindará este año.
Y agregó: «No decir nada ante un líder autoritario que mata a sus propios ciudadanos es contrario a lo que somos y a nuestros intereses, en este punto. Eso nos haría más un objetivo».
El dictador Bashar al Assad se mantiene en el poder en Siria desde el año 2000
Por otro lado, Obama insistió en su voluntad de trabajar con el Congreso para cerrar el centro de detención instalado en la base naval de Guantánamo, en Cuba, una de sus promesas de la campaña que lo llevó a la Casa Blanca en 2008.
Dijo que no asumiría de inicio una negativa del Congreso a un esfuerzo conjunto, pero sugirió que podría actuar mediante decretos, como lo hizo con medidas de alivio migratorio, y admitió que «Guantánamo es el imán fundamental en el reclutamiento de yihadistas».
Consultado sobre el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS), el mandatario aseguró que será destruido. «Lo haremos apretándolos sistemáticamente, eliminando su infraestructura, su financiamiento», explicó.
Advirtió que «los yihadistas estarán huyendo, pero seguirán siendo peligrosos», pero afirmó que su destrucción será la máxima prioridad de las fuerzas militares de Estados Unidos.