El gobierno de Estados Unidos tomaba medidas para distribuir varios miles de millones de dólares en ayudas para calefacción y facturas de servicios públicos en invierno, una suma sin precedentes que procede principalmente de su paquete de 1,9 billones de dólares en ayudas por el coronavirus.
La iniciativa destinó 4.500 millones de dólares adicionales al Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos del gobierno, que suele tener un presupuesto anual de entre 3.000 y 4.000 millones de dólares. Las ayudas a los inquilinos pueden cubrir también las facturas de los servicios, mientras que las entregadas por gobiernos estatales, locales y tribales pueden emplearse para abonar las elevadas facturas de calefacción, que no se pueden deducir de otras iniciativas.
“Este es otro ejemplo de cómo el Plan de Rescate de Estados Unidos incluyó precauciones adicionales para garantizar que estaríamos preparados», dijo Gene Sperling, quien supervisa las ayudas por el coronavirus para la Casa Blanca. “Estos nuevos programas y fondos fueron diseñados para garantizar que si el clima se enfría o los precios suben, tendremos más recursos que nunca para ayudar a tantas familias en apuros como sea posible».
La Casa Blanca convocó una conferencia telefónica el jueves en la tarde para discutir con representantes de distintas oficinas gubernamentales el reparto de los fondos y la coordinación entre programas. Entre los participantes están Sperling: la secretaria del Departamento de Energía, Jennifer Granholm; el titular del de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra y los gobernadores de Connecticut, Maine y Michigan.
Los fondos ayudan a crear un colchón que limita el impacto del alto costo de la energía con la llegada del invierno. Legisladores republicanos habían dicho que el paquete de ayudas, que se convirtió en ley en marzo, aumentó la inflación, con los precios de octubre un 6,2% más altos que con respecto a un año antes.
Fuente: AP