La doctora y nutricionista Montserrat Rodríguez reaccionó con satisfacción pero también frustración ante la decisión de las autoridades estadounidenses de eliminar progresivamente los colorantes artificiales en alimentos, especialmente los dirigidos a niños, lamentando que la medida llegue tarde.
«Mi primera reacción fue de alegría, pero no puedo dejar de pensar en todo el daño que ya se hizo», expresó Rodríguez en el programa «Cada Tarde». «Era tan fácil como que alguien con poder dijera: ‘se acabaron los colorantes tóxicos’». La especialista recordó que en Europa y Asia estos aditivos derivados del petróleo fueron restringidos hace tiempo, mientras en EE. UU. se argumentaba que el consumidor rechazaría alimentos «paliduchos».
Aunque la eliminación total será obligatoria en enero de 2027, Rodríguez advirtió que la industria podría usar nombres engañosos para los mismos químicos («azul intenso» en vez de azul Nro. 1), insistiendo en que «el veneno sigue siendo veneno». Alertó sobre estudios que vinculan estos aditivos y ultraprocesados con hiperactividad, autismo, obesidad, diabetes tipo 2 y otras enfermedades en niños, creando «consumidores cautivos» para la industria farmacéutica.
La doctora concluyó que la prohibición no basta y urgió a fomentar la educación nutricional y la lectura crítica de etiquetas para elegir alimentos reales y saludables.