Los líderes republicanos están recomendando a los miembros del partido que no utilicen ataques abiertamente racistas y sexistas contra la vicepresidenta Kamala Harris, mientras ellos y la campaña del expresidente Donald Trump tratan de adaptarse a la realidad de una nueva rival demócrata a menos de cuatro meses de que se realicen las elecciones.
En una reunión a puerta cerrada que los republicanos de la Cámara de Representantes realizaron el martes, el presidente del Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC por sus siglas en inglés), Richard Hudson, representante de Carolina del Norte, instó a los legisladores a limitarse a criticar a Harris por su papel en las políticas del gobierno de Biden-Harris.
“Estas elecciones se centrarán en las políticas y no en las personas”, declaró a la prensa el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, tras la reunión.
“Esto no es personal con respecto a Kamala Harris”, añadió, “y su etnia o su género no tienen nada que ver con esto en absoluto”.
La advertencia pone de manifiesto los nuevos riesgos que corre el Partido Republicano al enfrentarse a una demócrata que, de ganar las elecciones, se convertiría en la primera mujer, la primera mujer de raza negra y la primera persona de ascendencia sudasiática en ganar la Casa Blanca. Trump, en particular, tiene un historial de ataques racistas y misóginos que podrían desanimar a grupos clave de votantes indecisos, incluidas las mujeres de los suburbios, así como los votantes no blancos y los más jóvenes a los que la campaña de Trump ha estado cortejando.
Las exhortaciones llegaron después de que algunos miembros y aliados de Trump comenzaran a presentar a Harris, exfiscal de distrito, ex fiscal general y ex senadora, como una candidata “DEI”, en referencia a las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión.
“Intelectualmente, es realmente de lo más bajo”, dijo la representante de Wyoming Harriet Hageman en una entrevista televisiva. “Creo que fue una candidata DEI. Y creo que eso es lo que estamos viendo y no creo que tengan a nadie más”.
Desde que Biden anunció que abandonaba la campaña, los republicanos han desplegado una larga lista de líneas de ataque contra Harris, incluido el intento de vincularla a las políticas más impopulares de Biden y a su gestión de la economía y la frontera sur. Funcionarios de la campaña de Trump y otros republicanos han acusado a Harris de ser cómplice en el encubrimiento de los problemas de salud de Biden, y han estado investigando su historial como fiscal en California para tratar de pintarla como indulgente con la delincuencia.
Johnson afirmó que tanto Trump como Harris tienen antecedentes en la política de la Casa Blanca, y dijo que los votantes pueden comparar cómo les iba a las familias durante el gobierno de Trump con cómo les va ahora con el de Biden.
“Ella es la copropietaria, coautora, conspiradora de todas las políticas que nos metieron en este desastre”, dijo Johnson.
Biden anunció el domingo que se retiraba de la contienda. En un memorando sobre el estado de la contienda el martes, el encuestador de la campaña de Trump Tony Fabrizio argumentó que los fundamentos de la campaña no habían cambiado ahora que parece cada vez más probable que Harris sea la candidata demócrata.
“Que los demócratas sustituyan a un nominado por otro no cambia el descontento de los votantes por la economía, la inflación, el crimen, la frontera abierta, los costos de la vivienda, por no mencionar la preocupación por dos guerras en el extranjero”, escribió. “Y lo que es más importante, los votantes también conocerán el historial peligrosamente liberal que ha tenido Harris antes de convertirse en la aliada de Biden”.
Según una persona al tanto de la conversación —y a la que se concedió el anonimato para hablar al respecto—, Hudson dijo a los participantes en la reunión del martes que el NRCC se está enfocando en cómo Harris es aún más progresista que Biden y esencialmente “es dueña” de todas las directrices del gobierno.
El senador Steve Daines, que preside el Comité Senatorial Republicano Nacional, repitió esa crítica, y calificó a Harris de “demasiado liberal”.
“No es una niña católica irlandesa que creció en Scranton. Es una liberal de San Francisco”, dijo Daines.
Trump sostuvo algo parecido en una conversación con periodistas el martes.
“Es igual que Biden, pero mucho más radical. Es una persona de izquierda radical y este país no quiere que una persona de izquierda radical lo destruya. Ella es mucho más radical que él”, declaró.
“Así que creo que debería ser más fácil que Biden porque él era ligeramente más convencional, pero no mucho”, añadió.
Posteriormente, en una entrevista en Newsmax, Trump afirmó que Harris “destruyó la ciudad de San Francisco” –a pesar de que la demócrata dejó su trabajo como fiscal del distrito en esa ciudad en 2011–, y la tildó de ser “la peor en todo”.
“Kamala Harris es tan débil, fallida e incompetente como Joe Biden, y además es peligrosamente liberal”, afirmó el equipo de campaña de Trump en un comunicado. “Kamala no sólo tiene que defender su apoyo a la agenda fallida de Joe Biden de los últimos cuatro años, sino que también tiene que responder por su propio terrible historial de debilidad contra el crimen en California”.
Trump tiene largos antecedentes de lanzar ataques particularmente cáusticos y personales contra las mujeres, desde la expresentadora de Fox News Megyn Kelly hasta su oponente en las primarias de 2016, Carly Fiorina, pasando por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que consiguió demandarlo a él y a sus empresas por fraude.
A modo de señal de lo que podría venir, en un mensaje del 4 de julio en su red social Truth Social, Trump se mofó de los magros resultados de Harris en las primarias demócratas de 2020, y añadió: ”¡Eso no significa que no sea una política ‘de gran talento’! Solo hay que preguntarle a su mentor, el gran Willie Brown de San Francisco”. Harris salió con Brown a mediados de los noventa.
Las mujeres fuertes e inteligentes que lo atacan parecen molestar de manera especial a Trump, dijo Stephanie Grisham, asesora de la campaña de 2016 que fue durante un tiempo secretaria de prensa de Trump en la Casa Blanca, antes de romper con él tras el atentado del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
“Ella lo va a sacar de quicio”, pronosticó Grisham, señalando que cuando Trump es atacado “golpea 1.000 veces más fuerte. No podrá evitarlo”.
Y añadió que, en lo que se refiere a las mujeres, “lo suyo es atacar el aspecto físico y llamar tontas a las mujeres. Es lo que hace y no creo que ahora vaya a ser diferente”.
La representante Maxine Waters de California, que es un miembro destacado de la Bancada Negra del Congreso y fue una de las primeras demócratas en enfrentarse a Trump, dijo que está bien preparada para lo que se avecina cuando los republicanos dirijan la campaña hacia Harris.
“Lo primero en lo que pienso son los ataques que van a venir de Trump y del ala derecha MAGA, que ya han comenzado”, dijo Waters a la AP. “Van a ser desagradables; van a ser malos”.
Según Waters, ese enfoque podría ser contraproducente para Trump.
“El peligro es que es tan arrogante y egoísta que va a pisotear a las mujeres y le va a salir el tiro por la culata”, comentó.
La dinámica podría acentuarse en el escenario del debate, si Trump llega a enfrentarse a Harris, como afirmó que lo haría.
El encuestador republicano Neil Newhouse dijo que era improbable que Trump debatiera con Harris de la misma manera que lo haría con Biden, o de la misma manera que debatió con otra rival mujer, la demócrata Hillary Clinton, en 2016.
“No creo que Trump pueda abordar un debate contra Kamala Harris con el mismo tono con el que abordó el debate con Hillary Clinton. Kamala Harris no tiene los puntos débiles que tenía Hillary y es una cara política relativamente nueva”, señaló. “Puede que se requiera cautela”.
Fuente: AP