“A la una de la madrugada, un grupo de aproximadamente 50 personas uniformadas entraron en la Iglesia con el permiso del sacerdote y sacaron por la fuerza a las 13 personas que estaban ahí dentro. Apelaron a la fuerza, los arrastraron, le dieron golpes, lo llevaron a una estación de policía y allí registrados los nombres de estas personas luego de haber tomado incluso muestras de su cabello, fueron sacados de la estación y dejados en un parque de la ciudad”.
“Tú salvaguardas la integridad cuando a la persona no le falta un pedazo, no? Quizás a eso se refería el cardenal, pero la violencia que se aplicó sobre ellos se resistieron, arrancados a la fuerza fueron arrastrados por el piso, golpeados, hay gente que tiene golpes en la cara, mujeres que fueron arrastradas por otras mujeres, según informan las personas que estuvieron ahí adentro”.
“Yo no me considero una persona de la disidencia, yo soy periodista, no tengo ninguna afiliación política y claro que soy un periodista crítico con el sistema pero no me considero un opositor. Ellos, un grupo que se hace llamar el Partido Republicano Cubano, yo no tengo un conocimiento personal de ellos, sé que existen, he oído hablar de ellos. Ellos eligieron esta forma de protestar, una forma bastante invasiva, pero no es una cosa que sea un extremo, eso se ha hecho en otras épocas, entrar a una Iglesia, ocuparla, quien lo ha hecho por 24 horas nada más. El pliego de demandas que ellos presentaron parecía bastante extenso no?”.
“A mí me pareció realmente invasivo el método y me parecieron demasiado amplias sus demandas, yo no lo hubiera hecho así, es la manera en que te lo puedo decir”.
