En 2006, tras una dura guerra de un mes entre Israel y el grupo político-paramilitar libanés Hezbollah, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas votó unánimemente por una resolución para poner fin al conflicto y allanar el camino para una seguridad duradera en la frontera.
Sin embargo, aunque reinó una calma relativa durante casi dos décadas, los términos de la Resolución 1701 nunca se aplicaron completamente.
Ahora, determinar cómo finalmente hacerla cumplir es clave para un acuerdo mediado por Estados Unidos que trajo un cese del fuego el miércoles.
A finales de septiembre, después de casi un año de enfrentamientos de bajo nivel, el conflicto entre Israel y Hezbollah se intensificó hasta convertirse en una guerra total y una invasión terrestre israelí. Mientras los aviones israelíes bombardeaban dentro de Líbano y Hezbollah lanzaba cohetes más adentro del norte de Israel, funcionarios de la ONU y diplomáticos volvieron a recurrir a la resolución de 2006 en un intento por poner fin al conflicto.
Años de política profundamente dividida y hostilidades geopolíticas regionales han detenido un progreso sustancial en su implementación, sin embargo, la comunidad internacional cree que la Resolución 1701 sigue siendo la mejor perspectiva para la estabilidad a largo plazo entre Israel y Líbano.
Casi dos décadas después de la última guerra entre Israel y Hezbollah, Estados Unidos lideró esfuerzos de diplomacia de lanzadera entre Líbano e Israel para acordar una propuesta de cese el fuego que renovó el compromiso con la resolución, esta vez con un plan de implementación para intentar revitalizar el documento.
¿Qué es la Resolución 1701?
En 2000, Israel retiró sus fuerzas de la mayor parte del sur de Líbano a lo largo de una “Línea Azul” demarcada por la ONU que separaba a los dos países y los Altos del Golán anexados por Israel, que la mayoría del mundo considera territorio sirio ocupado. Las fuerzas de paz de la ONU en Líbano, conocidas como UNIFIL, aumentaron su presencia a lo largo de la línea de retirada.
La Resolución 1701 debía completar la retirada de Israel del sur de Líbano y asegurar que Hezbollah se moviera al norte del río Litani, manteniendo el área exclusivamente bajo el control del ejército libanés y los cascos azules de la ONU.
Hasta 15.000 cascos azules de la ONU ayudarían a mantener la calma, retornar a los desplazados libaneses y asegurar el área junto al ejército libanés.
El objetivo era la seguridad a largo plazo, con fronteras terrestres eventualmente demarcadas para resolver disputas territoriales.
La resolución también reafirmaba las anteriores que exigen el desarme de todos los grupos armados en Líbano, entre ellos Hezbollah.
“Fue hecha para una situación y contexto determinados”, dijo Elias Hanna, un general retirado del ejército libanés, a The Associated Press. “Pero a medida que pasa el tiempo, la esencia de la resolución comienza a vaciarse”.
¿Se ha implementado la Resolución 1701?
Durante años, Líbano e Israel se acusaron mutuamente de innumerables violaciones a lo largo de la tensa frontera. Israel dijo que la Fuerza Radwan, un grupo de élite de Hezbollah, y su creciente arsenal permanecían, y acusó al grupo de usar una organización ambiental local para espiar a las tropas. Líbano se quejó de los aviones militares y barcos navales israelíes que entraban en territorio libanés incluso cuando no había un conflicto activo.
“El papel de la UNIFIL lentamente se erosionó como cualquier otra misión de paz con el tiempo que no tiene un mandato claro”, dijo Joseph Bahout, director del Instituto Issam Fares para Políticas Públicas en la Universidad Estadounidense de Beirut. “Ellos no tienen permiso para inspeccionar el área sin coordinarse con el ejército libanés”.
Durante años, la UNIFIL ha instado a Israel a retirarse de algunos territorios al norte de la frontera, pero sin éxito. En la guerra en curso, la misión de paz ha acusado a Israel, así como a Hezbollah, de obstruir y dañar sus fuerzas e infraestructura.
El poder de Hezbollah, mientras tanto, ha crecido, tanto en su arsenal como en influencia política en el estado libanés.
El grupo respaldado por Irán fue esencial para mantener en el poder al presidente sirio Bashar Assad cuando grupos de oposición armados intentaron derrocarlo, y apoya a grupos respaldados por Irán en Irak y Yemen. Se estima que tiene 150.000 cohetes y misiles, incluidos misiles guiados de precisión apuntados a Israel, y ha introducido drones en su arsenal.
Hanna dice que Hezbollah “es algo nunca visto antes como actor no Estado” con influencia política y militar.
¿Cómo esperan los mediadores implementar la 1701 casi dos décadas después?
El gabinete de seguridad de Israel aprobó el acuerdo de cese el fuego el martes por la noche, según la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu. La tregua comenzó a las 4 a.m. hora local del miércoles.
Los esfuerzos liderados por Estados Unidos y Francia para el cese del fuego entre Israel y Hezbollah subrayaron que aún ven la resolución como clave. Durante casi un año, Washington ha promovido diversas versiones de un acuerdo que llevaría gradualmente a su plena implementación.
Los mediadores internacionales esperan que, al aumentar el apoyo financiero para el ejército libanés —que no participó en la guerra Israel-Hezbollah— Líbano podrá desplegar unos 6.000 soldados adicionales al sur del río Litani para ayudar a hacer cumplir la resolución. Según el acuerdo, un comité de monitoreo internacional encabezado por Estados Unidos supervisaría la implementación para asegurar que se lleven a cabo las retiradas de Hezbollah e Israel.
No está del todo claro cómo funcionaría el comité o cómo se informarían y tratarían las posibles violaciones.
Las circunstancias ahora son mucho más complicadas que en 2006. Algunos todavía son escépticos sobre la viabilidad de la resolución, dado que las realidades políticas y el equilibrio de poder tanto regionalmente como dentro de Líbano han cambiado drásticamente desde entonces.
“La 1701 está ataca a cien cosas”, dijo Bahout. “Una resolución es el reflejo de un equilibrio de poder y contexto político”.
Ahora con el cese del fuego en marcha, la esperanza es que Israel y Líbano puedan comenzar negociaciones para demarcar su frontera terrestre y resolver disputas sobre varios puntos a lo largo de la Línea Azul para una seguridad a largo plazo después de décadas de conflicto y tensión.
Fuente: KAREEM CHEHAYEB Associated Press