Miami Beach está tratando de ponerle fin al receso de primavera, pero aún se desconoce si a los vacacionistas les queda claro.
Después de tres años consecutivos de violencia durante el spring break, las autoridades de Miami Beach implementarán medidas de seguridad durante todo el mes con el fin de reducir el caos, entre las que se incluyen restricciones de estacionamiento para los no residentes y el cierre de cafeterías con terrazas los fines de semana de mayor actividad.
La ciudad ha advertido a los visitantes que estén preparados para toques de queda, inspecciones de bolsos en la playa, un horario reducido de acceso a las playas, alcoholímetros, y arrestos por posesión de drogas y violencia. El gobernador Ron DeSantis anunció el martes que se desplegará a 45 agentes de la policía estatal para reforzar la vigilancia.
Sin embargo, a los propietarios de negocios en el famoso vecindario de South Beach les preocupa que puedan perder ingresos durante una de las épocas más concurridas del año, y los defensores de los derechos civiles señalaron que las restricciones son una reacción desmedida en respuesta a las grandes multitudes de personas de raza negra.
Muchas de las restricciones de la ciudad no son nuevas, pero en los últimos años fueron implementadas como medidas de emergencia durante las vacaciones no oficiales —y no como medidas que entran en vigor con anticipación.
“El statu quo y lo que hemos visto en los últimos años es simplemente inaceptable, intolerable”, dijo Steven Meiner, alcalde de Miami Beach.
Meiner señaló que las multitudes se han vuelto incontrolables a pesar de la fuerte presencia policial. Dijo que la ciudad, que se encuentra en una isla barrera al otro lado de la bahía de Miami, tiene apenas una capacidad limitada que a menudo rebasa lo que es seguro tanto para los visitantes como para los residentes durante el receso.
DeSantis dijo en una conferencia de prensa en Miami Beach que Florida tomará medidas contra cualquiera que viole la ley durante las vacaciones de primavera.
“Florida es un estado muy acogedor. La gente es bienvenida para que venga a pasarla bien. Lo que no acogemos es la actividad delictiva. Lo que no es bienvenido es el caos y la gente que quiere causar estragos en nuestras comunidades”, comentó.
La mayoría de las actividades del spring break se llevan a cabo en una franja de 10 cuadras de la calle Ocean Drive conocida por sus hoteles art déco, restaurantes y clubes nocturnos.
David Wallack, propietario del Mango’s Tropical Cafe, dijo que Miami Beach siempre ha prosperado en la celebración, y sofocar el acceso de visitantes convertirá a la vibrante y ecléctica ciudad en una comunidad de jubilados.
Fuente: AP