Las ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos descendieron ligeramente en el tercer trimestre de 2022, a pesar de que algunas armadoras reportaron mejorías en septiembre.
Sin embargo, hay indicios de advertencia de que el apetito de los consumidores por los vehículos y camionetas caros podría estar disminuyendo.
El sitio web Edmunds.com, especializado en información automotriz, indicó el lunes que las ventas disminuyeron 0.9% de julio a septiembre, y la mayoría de las armadoras reportaron descensos. General Motors fue una excepción notable, apuntándose un fuerte incremento.
Muchas compañías, incluida GM, informaron que las ventas subieron en septiembre luego de que la escasez de chips de computadora y otras partes comenzó a ceder y las fábricas pudieron producir más, incrementando el suministro de vehículos. Pero algunos analistas dijeron que cualquier ganancia mensual podría ser efímera debido a los elevados precios y a las crecientes tasas de interés.
“Con el incremento en las tasas de interés, la asequibilidad está siendo sometida a prueba”, dijo Zack Krelle, analista de la industria en TrueCar, un sitio web de precios automotrices. “Estamos viendo a consumidores que enfrentan la realidad de que, para poder pagar el mismo vehículo con la misma mensualidad que el año pasado, se ven obligados a incrementar su enganche, lo que está creando desafíos a la asequibilidad”.
El mes pasado, el precio de los autos nuevos promedió 45.622 dólares, el cuarto precio mensual más elevado del que se tenga registro, según J.D. Power, una empresa de investigación y análisis de consumidores. Además, las tasas de interés para préstamos automotrices alcanzaron 5,7% entre julio y septiembre, un incremento en comparación con 4,3% hace un año, y con plazos de pago que en promedio se extienden a más de 70 meses, señaló Edmunds.
Incluso con un elevado valor de reventa, las tasas de interés están haciendo que las mensualidades sean prohibitivamente elevadas, señaló Ivan Drury, director de perspectivas para Edmunds.com, e hizo notar que, si el desempleo comienza a aumentar, las ventas de automóviles podrían empezar a descender.
“El grupo potencial de clientes que tienen dinero en efectivo abundante o no les importa lo que pagan, ese grupo va a reducirse rápidamente una vez que estos otros factores surtan efecto”, advirtió.
Fuente: AP
