MIAMI.- EFE
El acoso sexual continúa siendo uno de los principales problemas al que se enfrentan las trabajadoras agrícolas en el estado de Florida, la mayor parte de ellas inmigrantes indocumentadas, según denunciaron asociaciones en defensa de estas empleadas del campo.
El perfil de la inmigrante empleada en las labores agrícolas es una mujer joven, procedente de Latinoamérica, especialmente de México y Centroamérica, a menudo indocumentada, sola, pero también con hijos y marido, lo que añade peso, de sentimiento de culpa entre las víctimas.
Muchas de ellas callan por vergüenza o miedo a ser despedidas o deportadas.
Una reciente encuesta elaborada por la Universidad Internacional de Florida (FIU) y la organización comunitaria We Count! arroja datos alarmantes: un 24 % de las mujeres encuestadas confesó haber sufrido «acoso sexual» en algún momento en el trabajo, señaló Levis Torres, coordinador de derechos laborales del citado grupo defensor de los inmigrantes.
Si bien el hecho de que «una de cada cuatro mujeres ha sido acosada sexualmente» se ciñe a aquellas que trabajan en los viveros de plantas ornamentales, muy comunes en la zona agrícola de Homestead, al sur de Miami, el problema se extiende también al resto de las labores agrícolas.