Tanto para el representante republicano Carlos Trujillo como para el representante demócrata José Javier Rodríguez, en las sesiones de junio habrá humo blanco y el Congreso Estatal aprobará el presupuesto. Incluso algunos proyectos, que tengan un componente fiscal importante, como la reforma de las cárceles, podrán incluirse en los debates.
Cuando en la mañana del pasado martes el presidente de la Cámara estatal anunció el final abrupto de la sesiones del Congreso, los primeros sorprendidos fueron la mayoría de los republicanos y todos los demócratas.
Durante varios días hubo especulaciones de que habría un cierre temprano, pero ese martes los congresistas estaban trabajando los proyectos, negociando los términos, pasando del Senado a la Cámara, y ningún republicano estaba cruzado de brazos a la espera de la orden de clausura repentina de la legislatura.
De acuerdo con el representante republicano del distrito 105, Carlos Trujillo, no hay ningún efecto grave por la interrupción prematura de las sesiones del Congreso porque “los últimos tres días, de acuerdo con las reglas, solo se podían considerar proyectos relacionados con el presupuestos o los que ya habían pasado la cámara, el senado y debían regresar a la cámara para aceptar los cambios del senado. De esos proyectos quedaban 20 o 30, ninguno de consecuencias extraordinarias. Son proyectos que se pueden presentar de nuevo”.
Sin embargo, para su colega demócrata, por el distrito 112, José Javier Rodríguez, las consecuencias son “catastróficas porque el cierre mató proyectos importantes”. Dentro de ellos, por ejemplo, estaba toda la enmienda 1, de conservación de recursos hídricos y de tierras; la urgente reforma al sistema carcelario; leyes sobre niños con incapacidades. “Todos esos proyectos quedaron anulados porque estaban en proceso de elaborarse y negociarse. Cuando el presidente de la Cámara decidió suspender las sesiones, esos proyectos ya no se podrán negociar entre las dos cámaras. Y entonces mueren”, explicó el representante Rodríguez.
Ampliar el Medicaid
Es claro que ahora el estado de la Florida no tiene un presupuesto aprobado y el límite para que eso suceda será el 30 de junio.
Uno de los puntos de discordia fue la extensión del Medicaid. Los republicanos de la Cámara no la aceptaron, mientras que los del Senado la incluyeron en el proyecto de presupuesto. El gobernador Rick Scott tampoco ayudó con su negativa a última hora de ampliar el Medicaid, cuando durante el periodo electoral había apoyado la idea de ampliarlo. “El resultado de ese cambio es que subió el nivel de tensión y confusión en Tallahassee”, acotó Rodríguez.
Pero Trujillo cree que “lo que Washington está tratando de hacer es obligar al estado [de la Florida] a financiar un programa federal”.
Además, indicó que “la Cámara siempre ha tomado la posición de que si el Gobierno Federal quiere la expansión del Medicaid, debe pagar por ese programa, [porque] sus costos los cubre el gobierno federal los primeros cuatro años. Después le toca al estado sufragarlos”.
Lo que es claro es que durante esos primeros años el Gobierno Federal pagaría el 100% de la extensión del Medicaid y después el 90%. El estado pagaría el 10%. Según Rodríguez, “el argumento que plantean [los republicanos] es absurdo, porque en la actualidad el porcentaje que paga el estado por el Medicaid es entre un 40 y 50%. Por lo tanto, ir de ese porcentaje a un 10%, tiene sentido”.
Para el representante demócrata, es teórico lo que han argumentado los republicanos sobre el Medicaid. “Ellos afirman que cuando se establezca el programa y la gente empiece a depender de él, nada prohíbe al Gobierno Federal suspender el programa y entonces el Estado queda pagando el costo”, acotó Rodríguez.
Tanto para Trujillo como para Rodríguez en las sesiones de junio habrá humo blanco y el Congreso Estatal aprobará el presupuesto. Incluso algunos proyectos, que tengan un componente fiscal importante, como la reforma de las cárceles, podrán incluirse en los debates.
Pero nada es seguro y, en este momento, varios republicanos de la Cámara al parecer están a favor de aceptar el dinero e incluso se han quejado con su liderazgo. “En ese ambiente es muy difícil predecir que va a pasar”, indicó Rodríguez.