“Creo que en Cuba todo el que exponga públicamente una crítica al gobierno debería temer claro está por su integridad. Ahora bien, en el caso mío he podido llegar hasta la Corte Interamericana, hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y he planteado esta denuncia no solamente como una manera de protección para mí sino también como un llamado de atención por la situación que está andando”.
“Tiene un carácter simbólico, sentar un precedente y sobre todo apelar a organismos internacionales, que aunque el gobierno de Cuba no escuche de todas maneras sí tienen voz y ascendencia en otros foros internacionales. Tengo que decir que llegué hasta la Comisión Interamericana después de haber agotado todos los caminos legales en mi país. No me he saltado ninguna instancia jurídica acá adentro, he tratado de utilizar todas, pero ninguna me ha dado respuesta”.
“En los últimos meses he estado notando, no solamente en contra mía, sino también la escalada sobre actores de la sociedad civil y grupos de la sociedad civil. La semana pasada todos conocemos que ocurrieron decenas de detenciones, fundamentalmente en La Habana, pero también en otras provincias contra gente que sencillamente lo que estamos haciendo es una labor pacífica, una labor a veces desde la palabra, desde el periodismo”.
“Por ejemplo, ahora mismo permanece detenido Antonio Rodiles, el director del proyecto Estado de SATS, y está subiendo la temperatura, la presión alrededor nuestro y al menos hay que poner una marca de atención”.