Se erige, con sus manos abiertas al cielo, en la puerta del mar por el que navegó Juan Ponce de León hace más de medio milenio, cuando los navegantes españoles dieron su nombre al territorio un Domingo de Pascua: Florida.
Pero los manifestantes que el miércoles acudieron al centro de Miami a protestar la desigualdad racial y la violencia policial, en medio de la convulsión generada por la muerte de George Floyd, vieron en el almirante otra faceta de la conquista española.
“Ese hombre literalmente tiene sangre en sus manos”, comentó uno de los manifestantes al Miami Herald.
Fue así que, en señal de molestia con el pasado colonial, vandalizaron la estatua de Colón durante una caótica protesta en el apacible Bayfront Park, en el downtown. Y pintaron sus manos de rojo, una metáfora de la sangre.
“Impregnar el puño en su pecho y la sangre en sus manos es simbólico”, acotó el manifestante.
En el pedestal sobre el cual se recuesta el monumento, escribieron el nombre de George Floyd y dibujaron en rojo la hoz y el martillo generalmente usado para representar el comunismo.
Asimismo, los manifestantes escribieron sobre el pedestal las siglas “BLM”, del movimiento Black Lives Matter o Las Vidas Negras Importan.
La estatua adyacente en el parque de Ponce de León también fue desfigurada durante la protesta que comenzó en la emblemática Torre de la Libertad horas antes.
La multitud se esparció velozmente cuando apareció la policía.
Pero no antes de la confrontación, que tuvo lugar en plena Biscayne Boulevard, cerca de la estatua de Ponce de León. Los manifestantes intentaron bloquear la salida de los vehículos policiales, lo cual se tradujo en un intenso enfrentamiento.
Las autoridades arrestaron a cinco de los manifestantes presuntamente involucrados en los actos de vandalismo, quienes abogaban a favor de sustraer fondos públicos de la policía.
No solo en Miami el navegante genovés fue objeto de rencor y violencia.
Una estatua de Colón fue derribada, quemada y tirada a un lago en Richmond, Virginia, según varios medios.
En Boston, mientras tanto, apareció decapitada otra estatua de Colón en el North End, un barrio tradicionalmente italiano, de acuerdo con medios locales.
Los episodios se producen en momentos de gran agitación por la muerte de Floyd a manos de la policía. El parque donde tumbaron el monumento en Richmod, había sido horas antes escenario de un acto para evocar las luchas de los pueblos indígenas y de los afroamericanos en Estados Unidos.
Activistas de los pueblos originarios piden que lo que en Estados Unidos llaman el Columbus Day, o Día de Colón (Día de la Raza en América Latina), pase a ser el Día de los Pueblos Indígenas, aduciendo que la llegada de Colón a América marcó el inicio de siglos de genocidio de los pueblos originarios.
Agencias cablegráficas de el Nuevo Herald colaboraron con esta información.