“La Comisión Interamericana de Derechos Humanos es un organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos, de hecho percibe un mínimo presupuesto que no le alcanza ni siquiera para funcionar todo el año. La comisión sesiona solamente dos veces al año, en marzo y en octubre. Con esto quiero decir que es muy fácil para los países miembros de la Organización de Estados Americanos limitar la acción de la comisión por cuanto que basta sencillamente con eliminar o tratar de reducir más un presupuesto que no existe, para poder por lo menos tener una posición importante dentro de las relatorías que se manejan en la comisión”.
“Por qué la OEA se preocupa solamente por la relatoría de la libertad de expresión, cuando hay seis relatorías más dentro de la comisión. Pues muy sencillo, como la relatoría de la libertad de expresión ha dado tanto que hablar, los casos de Venezuela y los casos de Ecuador. Todo esto surge a raíz de unas propuestas que se hicieron el año pasado, ustedes habrán escuchado que muchos gobiernos critican mucho a la OEA, y la critican porque si bien es cierto que la OEA ha hecho muy poco, a veces, a veces ha dado visos de tener claridad en algunos aspectos vinculados a la violación de los derechos humanos, de los valores democráticos y dentro de ellos la libertad de expresión”.
“En el caso particular del gobierno de Ecuador hay una polémica importante porque ya pasó de polémica a un proceso judicial en contra de un periódico muy, muy, muy relevante en el Ecuador que se llama El Universal, a raíz de un artículo publicado allí en donde se denuncia una serie de irregularidades en contra del presidente Rafael Correa”.
“Esta relatoría sobre la libertad de expresión está haciendo un trabajo óptimo y la mejor manera de reducir ese trabajo es sencillamente haciendo una reforma donde se establece, o por lo menos en la propuesta de reforma existe, que fue lo que se aprobó ayer en la OEA, en donde se establece que la cantidad de dinero que ingrese a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tendrá que ser distribuida de manera equitativa”.
“Si la doctora Botero consigue un millón de dólares para la relatoría sobre la libertad de expresión, va a tener que dividir eso entre las otras relatorías”.
