El día de ayer, el Presidente Nicolás Maduro anunció que el Citibank iba a proceder al cierre de algunas cuentas de corresponsalía a nombre del Banco Central de Venezuela (BCV) y Banco de Venezuela.
Más allá de las consideraciones de carácter político a las que hizo referencia el ejecutivo nacional en torno a la posibilidad de que ésta medida haya sido tomada como parte de una decisión de bloqueo financiero internacional, creemos que resulta muy relevante evaluar cuáles podrían ser los posibles impactos provenientes de tal decisión.
Antes de analizar los posibles efectos, vale la pena mencionar que luego del anuncio presidencial, la institución financiera estadounidense comentó públicamente que el cierre de algunas cuentas y servicios atendía exclusivamente al resultado de una evaluación periódica del manejo de riesgos que hace el Citibank, así como cualquier otro banco que realiza frecuentemente éste tipo de prácticas.
Asimismo, destacó el comunicado que la decisión también atendía al hecho de que algunos servicios habían quedado descontinuados, sin hacer referencia específica sobre alguno de ellos.
En un segundo término, resulta no menos relevante explicar de manera sencilla cuál es la función de una cuenta abierta por un ente de cualquier Estado. En éste sentido, la figura de la cuenta de corresponsalía cumple con un objetivo de facilitar un conjunto de transacciones tal cómo el caso de transacciones y aceptación de depósitos a nombre de otra institución financiera.
Por lo general, éste tipo de operaciones se ejecutan en otro país. En nuestra opinión, el cierre de tales cuentas por parte del Citibank pudiera estar asociado a la ausencia de envío de información solicitada por parte del llamado oficial de cumplimiento de la institución a los entes públicos antes mencionados, en atención al cumplimiento con las leyes que regulan el sistema financiero estadounidense y, en general, con la normativa vigente a nivel internacional.
Posibles implicaciones para el caso venezolano
Tomando en cuenta el tipo de cuentas que Citibank está cerrando a una institución como el BCV, podríamos asumir que, al menos, una parte importante de las operaciones que se realizan bajo el tipo de cambio SIMADI y DICOM se verían afectadas.
Lo anterior pudiera tener un efecto negativo sobre la liquidación de divisas a favor del sector privado, al menos, hasta que el gobierno venezolano pueda encontrar una solución que le permita usar otro banco de tamaño similar al Citibank para tales operaciones.
El otro posible impacto, pudiera estar asociado al efecto dominó que ésta medida generaría en otras instituciones que tienen abiertas cuentas de corresponsalía con el BCV y el Banco de Venezuela.
Sin embargo, estimamos que en los actuales momentos no debe haber un número muy importante de instituciones bancarias estadounidenses que mantienen una relación similar con algunos entes del estado en Venezuela. Razón por la cual, el efecto dominó no debería ser importante, aunque si, la búsqueda inmediata de otra entidad bancaria particular que esté interesada y regulada debidamente para llevar a cabo algunas operaciones relacionadas con el tema cambiario.
