MEXICO (AP) — El gobierno federal desplegó soldados, marinos y policías a un estado fronterizo norteño afectado por la violencia, luego de que el asesinato del sobrino del gobernador sacudió a una de las familias políticas más poderosas de Coahuila.
José Eduardo Moreira, un empleado del gobierno estatal de 25 años, fue localizado muerto a tiros la noche del miércoles en un camino rural en las afueras de la localidad de Ciudad Acuña, en la frontera con Del Río, Texas.
El padre de la víctima, Humberto Moreira, fue el anterior gobernador de Coahuila y también se desempeñó hasta finales de 2011 como líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que este año ganó la elección presidencial.
Coahuila se ha visto afectado por oleadas de violencia atribuida al narcotráfico.
Autoridades estatales han dicho que el cartel de las drogas de Los Zetas controlaba el estado, aunque hace unos meses sus rivales del grupo de Sinaloa ha entrado a pelear el territorio en algunas zonas.
Funcionarios estatales y federales no han dicho el posible motivo del asesinato de José Eduardo Moreira, aunque el gobierno del presidente Felipe Calderón parece tratarlo como un caso que debe ser resuelto con urgencia.
El joven trabajaba para el actual gobierno de Coahuila, cuyo gobernador es su tío Rubén, que ganó las elecciones locales el año pasado.
El presidente Felipe Calderón condenó el crimen y dijo que su gobierno dará todo el apoyo necesario al estado de Coahuila para lograr una investigación rápida y confiable.
«No hay palabras suficientes para calificar la bajeza de la cobardía ocurrida el día de ayer (miércoles)», señaló el mandatario durante una gira de trabajo por el oeste del país.
«No se descarta ninguna hipótesis», dijo el procurador estatal en un mensaje a la prensa en el que no aceptó preguntas. Tampoco mencionó cuáles son las líneas de investigación.
Añadió que un cuerpo especial de la policía investigadora de Coahuila llegó el jueves a Ciudad Acuña para tomar declaraciones a testigos «importantes».
Humberto Moreira renunció como presidente del PRI en medio de un escándalo sobre una deuda por unos 2.600 millones de dólares en la que incurrió Coahuila cuando él era gobernador y parte de la cual fue obtenida con documentos falsos.
Políticos del PRI han condenado el asesinato, incluido el presidente electo de México, Enrique Peña Nieto.
«Mis más sentidas condolencias a la familia Moreira por la pérdida irreparable de José Eduardo. Su homicidio no debe quedar impune», escribió en su cuenta de Twitter Peña Nieto, quien el 1 de diciembre asumirá como presidente.
El triunfo de Peña Nieto marca el retorno al poder del PRI luego de 12 años de su histórica derrota. Ese partido había gobernado el país de manera ininterrumpida por siete décadas hasta el año 2000.
El crimen organizado ha sido responsabilizado de varios ataques contra políticos y sus familiares.
En 2010, hombres armados presuntamente ligados al narcotráfico asesinaron en el estado norteño de Tamaulipas al entonces candidato a gobernador por el PRI, Rodolfo Torre. El político murió junto con cuatro de sus acompañantes.
Meses después, un ex gobernador del estado occidental de Colima fue asesinado a tiros.
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Contribuyeron con esta historia los periodistas de The Associated Press Adriana Gómez Licón y Michael Weissenstein.
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