Ha entrado en vigor la Ley HB 1365 en Florida, una normativa que exige a los gobiernos locales tomar medidas contra las personas que duermen en las calles o en espacios públicos.
Aunque la ley no criminaliza directamente a las personas sin hogar, su implementación ha generado preocupación entre organizaciones locales y autoridades, quienes aseguran que la solución al problema de los desamparados es compleja y requiere un enfoque integral.
Las autoridades de los condados de Broward y Miami-Dade han dejado claro que no planean llenar las cárceles con personas sin hogar. Según declaraciones oficiales, el enfoque estará en encontrar soluciones estructurales sin criminalizar a esta población.
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniela Levine Cava, subrayó que su gobierno está trabajando en una estrategia a corto y largo plazo para reducir los campamentos públicos. “Trabajaremos con agencias de seguridad y municipalidades para asegurarnos de que las personas reciban la ayuda que necesitan”, afirmó en un comunicado.
Por su parte, la Policía de Miami-Dade destacó en otro comunicado que seguirán colaborando con la organización Homeless Trust para proveer servicios a los desamparados, asegurando que la nueva ley no convierte en un crimen la situación de estas personas: “La Ley HB 1365 no crea una ofensa criminal o civil”.
A pesar de las garantías de las autoridades, la presión sobre los gobiernos locales para cumplir con la nueva ley es evidente. Los condados y municipalidades ahora tienen la responsabilidad de impedir que las personas duerman o acampen en espacios públicos como edificios gubernamentales o vías públicas. De no cumplir con estas disposiciones, podrían enfrentar demandas por parte de negocios y residentes a partir de enero del próximo año.
Gerardo Flavio Menéndez, un hombre sin hogar que vive en el condado de Broward desde hace seis meses, expresó su frustración ante la falta de opciones disponibles: “Si yo fuese una persona que anda robando, tomando o haciendo cosas malas, estoy de acuerdo… pero mientras tanto, no tengo de otra”, comentó Gerardo, quien, como muchos otros, se beneficia de los servicios de organizaciones locales como LifeNet 4 Families, que ofrecen duchas y comida a las personas sin hogar en la zona.
Daniel Ortiz, representante de esta organización, señaló que las circunstancias que llevan a muchas personas a la calle son diversas: “Le decimos homeless, pero hay mucha gente que está en la calle no porque quiera vivir allí… hay personas que tuvieron que irse de la casa por un incendio… hay personas que se quedan sin trabajo y terminan en la calle y tienen que venir aquí”, explicó.
En respuesta a la crisis, el condado de Miami-Dade ha comenzado a implementar soluciones concretas. Entre ellas, el Homeless Trust adquirió recientemente varios inmuebles para convertirlos en viviendas permanentes para las personas sin hogar. Ejemplos de estas iniciativas incluyen la compra de un edificio en Overtown y un antiguo hotel en Cutler Bay, que se destinarán a la atención de esta población vulnerable.
Ronald Book, presidente de Homeless Trust, destacó en una entrevista reciente que el encarcelamiento no es la solución para las personas sin hogar: “Un arresto no proporciona un futuro a una persona sin hogar”, afirmó, resaltando la importancia de enfoques más humanitarios y sostenibles para enfrentar la crisis.
El problema de las personas sin hogar en el sur de Florida es complejo y ha crecido a lo largo de los años. Según cifras de agosto, más de mil personas viven en situación de calle solo en el condado de Miami-Dade, muchas de ellas adultos mayores o familias con niños.
La Ley HB 1365 plantea desafíos significativos para los gobiernos locales, pero también refuerza la urgencia de encontrar soluciones que ofrezcan un futuro más estable a las personas sin hogar en Florida.
Fuente: Yuniesky Ramírez/Associated Press