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Una investigación legislativa en Florida está examinando el envío de US$10 millones a una fundación vinculada a la primera dama del estado, Casey DeSantis.
Tanto legisladores republicanos como demócratas están exigiendo explicaciones sobre el uso de estos fondos públicos, mientras el gobernador Ron DeSantis defiende el programa de su esposa.
El representante estatal Juan Carlos Porras ha sido crítico con la situación, cuestionando la operatividad real de la fundación. «Les hicimos preguntas sobre el uso del dinero. No han presentado documentación ni hay récords. No tienen empleados», señaló Porras.
El representante concluyó de manera enfática: «Es básicamente una organización que no existe».