Cubiertos con sábanas blancas de pies a cabeza, los infectados por un nuevo virus fueron evacuados de un crucero japonés el miércoles por funcionarios protegidos con máscaras y guantes, mientras el resto de los 3.700 pasajeros pasaban una cuarentena de dos semanas en sus camarotes. En Hong Kong, más de 3.600 pasajeros de otro barco estaban siendo sometidos a controles tras no poder atracar en Taiwán ante la creciente preocupación por la propagación del brote.
Los dos cruceros están atrapados en una emergencia global de salud que parece complicarse día a día. El enigmático coronavirus ha matado cerca de 500 personas, en su mayoría en la China continental, pero también ha extendido el pánico y la discriminación por todo el mundo a medida que aumentan el número de casos.
Mientras miles de trabajadores de hospitales de Hong Kong estaban en huelga para demandar el cierre total de la frontera con la China continental, la ciudad semiautónoma anunció que toda la gente que entre desde la china continental, incluyendo los propios residentes, estarán en cuarentena por 14 días.
El sindicato de médicos dijo que unas 7.000 personas se plegaron a la huelga el miércoles.
Legisladores de oposición fustigaron a la jefa del ejecutivo, Carrie Lam, por aplicar la cuarentena en lugar de cerrar los dos puntos de ingreso por tierra que permanecen abiertos. Dijeron que más gente podría llegar desde el continente en busca de tratamiento, cuando las instalaciones médicas de la isla ya están abrumadas.
Lam dijo que el número de casos en Hong Kong se ha elevado a 21, con tres casos de contagio local de personas que no habían viajado al territorio continental sin un foco claro de infección.
Los organizadores de Tokio 2020, por su parte, dijeron que estaban cada vez más preocupados por los problemas que está causando en los eventos previos a los Juegos Olímpicos, que comienzan en menos de seis meses.
Beijing defendió firmemente sus medidas de control de epidemias y pidió a otras naciones que no se excedan en su respuesta. Los países pueden “evaluar la situación epidémica de forma objetiva, justa y tranquila y racional, respetar las recomendaciones autorizadas y profesionales de la OMS y entender y apoyar los esfuerzos de control epidémico” chinos, señaló la vocera del Ministerio de Exteriores, Hua Chenying, en una conferencia de prensa online el miércoles. “El miedo es peor que cualquier virus”.
Para reducir el peligro de exposición para los trabajadores sanitarios, China está tratando de desarrollar un robot para realizar las pruebas de garganta. Por otra parte, Shanghái anunció que todas las escuelas demorarán su reapertura hasta al menos finales de febrero, en lugar de a mitad de mes como estaba previsto. La fecha exacta dependerá de cómo se desarrolle el brote.
A medida que crecen los ejemplos de discriminación contra asiáticos, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, hizo un llamado a la “solidaridad internacional” y al respaldo a China y a otros países afectados por el virus. Además, instó a frenar cualquier estigmatización de personas inocentes.
Fuente: AP