En un contundente golpe a la cúpula militar de Irán, un ataque aéreo israelí mató la madrugada de este viernes al general Amir Ali Hajizadeh, el poderoso comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), junto con otros altos mandos. Tanto el ejército de Israel como Irán han confirmado la muerte de Hajizadeh.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se atribuyeron la responsabilidad del ataque, afirmando que sus aviones de combate bombardearon un centro de comando subterráneo en Irán. Según la versión israelí, en el momento del ataque, Hajizadeh se encontraba reunido con la cúpula de la Fuerza Aeroespacial, incluyendo los comandantes de las unidades de drones y de defensa aérea, para preparar un nuevo ataque contra Israel.
La agencia Associated Press confirmó desde Dubái que Irán ha reconocido la muerte de Hajizadeh, quien era el jefe del influyente programa de misiles y drones del país. Por su parte, la agencia Reuters, citando dos fuentes regionales, informó que al menos 20 altos mandos iraníes murieron en el bombardeo. Imágenes difundidas por agencias de noticias mostraban humo elevándose desde un edificio dañado en Teherán.
Hajizadeh era una figura central en la estrategia militar de Irán y un declarado enemigo de Israel. Las FDI lo señalaron como el cerebro detrás de los ataques con misiles balísticos y drones contra Israel en abril y octubre del año pasado, así como del ataque con drones de 2019 a instalaciones petroleras en Arabia Saudita. «Hajizadeh juró lealtad públicamente a la idea de destruir a Israel en múltiples ocasiones… y jugó un papel central en la formulación del plan para destruir a Israel», añadió el comunicado del ejército israelí.
La muerte de este alto mando y de una parte significativa de su equipo representa una de las escaladas más serias en el conflicto encubierto entre Israel e Irán, y un golpe significativo a la capacidad operativa y de liderazgo de la Guardia Revolucionaria.