“Es un vuelo nuevo para mí. Hice un vuelo a Camagüey y también hice vuelos a La Habana de aquí, de Miami”, explica ‘Ricardo’. “Son por medio de mi empresa aérea, trabajo con una agencia de turismo especial para viajes a Cuba. Lo que me impresionó mucho es que va mucho gringo, yo estaba esperando ver mucho cubano en los vuelos de aquí a La Habana o de La Habana para Miami y la mayoría de los pasajeros eran gringos americanos, que estaban viajando para Cuba con diferentes tipos de visas, religiosas, o para escuchar lecturas históricas o para ver la arquitectura. Eso me sorprendió muchísimo”.
“Estuve hablando con varios de ellos. Eran muchos grupos. Uno de ellos pertenece a un grupo histórico basado en Washington DC, que iban a escuchar lecturas y a aprender mucho sobre la historia de Cuba, pero me llamó la atención que todos llevaban guías turísticas de Cuba, entonces me imagino que iban a hacer su propio turismo una vez que estaban allá. También había un grupo grande de fotógrafos que trabajaban para la revista National Geographic”.
“Estos vuelos son muy especiales para nosotros porque obviamente no nos permiten quedarnos allá. Tenemos un mecánico de nuestra empresa aérea que viaja con nosotros en todos los vuelos, por si alguna cosa sucede al avión, porque no tenemos permiso de quedarnos en Cuba. Nos dejan salir del avión, pero solo bajar por las escaleras hasta la pista, y de allí ya no puedes ingresar a la terminal. Tienen una terminal especial allá en La Habana para los vuelos de Miami. Parece que es la terminal vieja que existía, porque la terminal nueva está solamente para las aerolíneas europeas o sudamericanas, pero los vuelos de Miami los tienen en una terminal bastante antigua”.
