Milos Alcalay: “Es una locura sin precedentes en la vida de las relaciones diplomáticas y el castigo no solamente es para los venezolanos sino para el propio gobierno. Porque primero, no tenemos un embajador en Washington y en segundo lugar al cerrar administrativamente el consulado se está castigando a los venezolanos que tienen que solicitar su pasaporte, que tienen que inscribir a un hijo que nació, que tienen que buscar un matrimonio. Aparte de la cuestión política de las elecciones”.
“La importación de productos alimenticios que el consulado sella los papeles, es decir, la demostración que es una desprofesionalización y sería muy, muy grave asumir el rol de una persona mártir o heroína de la cónsul cuando es una persona non grata”.
“Los Estados Unidos han sido muy discretos cuando han invocado el artículo 9 de la Comisión de Bienes, que permite declarar a una persona no grata a cualquier funcionario consular o diplomático en cualquier momento y sin tener que explicar su decisión”.
Vicente Díaz: “Me parece que es absolutamente negativo para Venezuela, para los venezolanos. Primero porque usualmente en relaciones internacionales la respuesta en materia de diplomacia es una medida similar y simétrica, la reciprocidad. Si un país actúa en contra de Venezuela exige una respuesta recíproca y de la misma proporción, a la acción del país de que se trate”.
“En este caso la reacción del gobierno venezolano a una medida de expulsión de nuestra cónsul en Miami, la respuesta del gobierno venezolano no es contra el gobierno norteamericano, sino que es contra los ciudadanos venezolanos que reciben servicios de parte del consulado. Afecta a los venezolanos que viven en Miami, no a los norteamericanos ni al gobierno norteamericano, entonces no se entiende una medida donde expulsan a nuestra cónsul y como consecuencia, cerrarle los servicios a los venezolanos. Entre esos servicios está el registro electoral y el acto mismo de votación”.
