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El humo de segunda mano no daña solo a las personas, sino que también pone en peligro a perros, gatos y otras mascotas, advierte un seguimiento.
Así planteó la Dra. Carmela Stamper, de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) quien dice que «Si 58 millones de adultos que no fuman y niños se exponen al humo del tabaco, imagínese cuántas mascotas se exponen al mismo tiempo».
Así planteó la Dra. Carmela Stamper, de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) quien dice que «Si 58 millones de adultos que no fuman y niños se exponen al humo del tabaco, imagínese cuántas mascotas se exponen al mismo tiempo».
«Al igual que los niños, los perros y los gatos pasan mucho tiempo en o cerca del suelo, donde el residuo del humo de tabaco se concentra en el polvo y las alfombras. Entonces, contamina su pelo», dijo Stamper en un comunicado de prensa de la FDA.
«Los perros, gatos y niños no solo respiran esas sustancias nocivas, sino que también pueden ingerirlas al lamer el pelo, la piel y la ropa de sus amos, y también pueden tragar el residuo químico cuando se limpian o limpian a otras mascotas.
Stamper añadió que ciertas razas de perros tienen un riesgo más alto de cáncer de nariz y pulmón. La forma en que el tabaco afecta a un perro depende de la longitud de su nariz, comentó.
Los gatos que viven con personas que fuman más de un paquete de cigarrillos al día tienen un riesgo del triple de linfoma, un cáncer del sistema inmunitario, según la FDA.
Fumar también pone en peligro a otras mascotas, como las aves, las cobayas e incluso los peces, advirtió Stamper.
Fumar también pone en peligro a otras mascotas, como las aves, las cobayas e incluso los peces, advirtió Stamper.
Por: Rafael Mancera