La historiadora y periodista de Infobae, Claudia Peiró, analizó la figura del Papa Francisco, destacando el contraste entre sus fuertes denuncias contra la industria bélica y la injusticia global, y las críticas que recibió por su silencio ante la persecución de la Iglesia en Cuba y la expulsión de sacerdotes en Nicaragua.
Ante la pregunta de si esto fue diplomacia u omisión, Peiró explicó la complejidad de la Santa Sede: «La diplomacia vaticana es difícil de entender porque suelen mantener vínculos incluso con regímenes autoritarios -como Cuba y Nicaragua- pero, el Vaticano no condena ni rompe con regímenes”, dijo en una entrevista radial.
La periodista recordó la trayectoria de Jorge Bergoglio desde sus tiempos como arzobispo en Buenos Aires, recorriendo los barrios más humildes, hasta su llegada al Vaticano, donde considera que «optó por humanizar el rol papal», buscando una cercanía diferente.
Sobre su impacto y reformas, Peiró señaló que, aunque Francisco «intentó cambios estructurales», estos procesos enfrentan resistencias internas y requieren tiempo. Sin embargo, concluyó que el pontífice «abrió puertas, aún sabiendo que no todas las iba a poder abrir él mismo», dejando un camino iniciado.