«Uno de los propósitos del programa SWT es poner en contacto a los estudiantes extranjeros con las personas, la cultura y el estilo de vida de Estados Unidos», se establece en los documentos de la corte.
Sin embargo, como destaca un trabajo de Josh Saul en Newsweek, estudiantes universitarias de Kazajstán que se inscribieron al programa estuvieron en contacto con más cultura estadounidense de lo que pretendía el Departamento de Estado.
Las mujeres llegaron al sur de Florida y planeaban pasar el verano realizando trabajos de oficina en un estudio de yoga, pero en lugar de ello, les dijeron que trabajarían como prostitutas.
De acuerdo a los fiscales federales, Jeffrey Jason Cooper, de 46 años, había engañado a las estudiantes extranjeras para ejercer un trabajo sexual. En 2011, Cooper envió ofertas de trabajo a una empresa de intercambio internacional de Chicago, afirmando que su nombre era Dr. Janardana Dasa, que era propietario de un estudio de yoga llamado Janardana’s Yoga and Wellness, y que necesitaba trabajadoras para contestar el teléfono y programar citas.
Cooper está acusado de tráfico sexual y de fraude electrónico.
La nota de Newsweek destaca que una vez que la empresa de Chicago obtuvo visas para las estudiantes kazajas y que dos jóvenes llegaron a Miami Beach en junio de 2011, Cooper les dijo que no había ningún estudio de yoga, y las mujeres que trabajaban con él les hablaron acerca de los masajes eróticos y de los actos sexuales que debían realizar.
«Hermosas damas de Kiriguistán, Uzbekistán, Bielorrusia y Ucrania ofrecen sensuales masajes corporales», se lee en el anuncio de Backpage.com que Cooper publicó, de acuerdo con la acusación. «Estudiantes extranjeras que visitan el área del sur de Florida en plan de trabajo… Con edades que van de los 18 a los 22 años, totalmente ‘sin dramas’ y muy felices. Hermosa ubicación en la zona costera de Miami Beach con muchos lugares de estacionamiento».
Dos jóvenes mujeres trabajaban como prostitutas bajo la dirección de Cooper y le entregaban sus ganancias hasta que fueron rescatadas por agentes de aplicación de la ley en agosto de 2011, de acuerdo con los cargos.
La acusación contra Cooper revela que trataba de introducir al menos a otras tres personas a Estados Unidos para traficar con ellas. El acusado enfrenta hasta 15 años de prisión por tráfico sexual y hasta 20 años por el delito de fraude electrónico
Fuente: Miamidiario.com
