“La ley que existe en el estado de la Florida también es aplicable en Mississippi. Yo vivo justamente en este estado donde el 47% de la población es afro estadounidense y también se ha debatido acá el tema. El problema es que muchas veces los estereotipos formados a lo largo de la historia dan lugar a que la identificación de un negro en ciertos lugares sea asociada con actos delictivos, conductas inapropiadas, etc., etc., etc. Hay que ver hasta que punto la ley le da la razón a la persona que disparó. Lo más triste del caso es que hay un muerto y lamentablemente la muerte llevó a que muchos oportunistas que existen también cuando analizan estos temas se movilicen a favor de ciertas demandas tratando de aplicar el tema a un hecho racista”.
“El hombre que disparó no es un estadounidense blanco, un anglosajón, es un blanco hispano y entre el blanco anglosajón y el blanco hispano hay una diferencia tremenda, lo cual se puede ver en la propia Europa, donde el sur es más oscuro que el norte europeo. Entonces hay que ver hasta qué punto la ley le da derecho a la persona, yo creo que ahora lo que hay que debatir es hasta que punto, repito, esta ley es justa aplicarla en un estado como la Florida o Mississippi u otros estados del país donde también existe”.
“Yo no creo que un hispano tenga en su mentalidad el fundamentalismo, la supremacía racista ni que un hispano pueda tampoco estar pensando que la presencia de un negro en un lugar pueda estar justamente asociada a un acto delictivo o una conducta impropia”.
“Aquí hay muchas cosas que debatir, hay que ver cuál fue el móvil, pero para eso hay que ver a la persona que disparó, es un caso muy particular y a veces los grupos defensores de los derechos civiles aprovechan esta cobertura para plantear un problema de racismo”.
“Yo particularmente creo que no hay un brote de racismo, porque el brote de racismo tendría que partir de las instituciones, tendría que partir de ciertas políticas públicas, que realmente no se vislumbran en este país. Tengamos en cuenta que el presidente de los Estados Unidos es un negro convertido en el hombre más poderoso del mundo”.
“Yo soy negro, soy cubano negro y a diferencia de lo que existe en los Estados Unidos, nosotros nos llamamos afro y el término afrocubano siempre ha existido solamente para los etnógrafos y no ha tenido mayor trascendencia, pero en los Estados Unidos mencionar la palabra negro resulta realmente un gran problema, entonces es un color que parece que tendremos que quitarlo del espectro y yo estoy en contra totalmente de eso. Yo cuando me identifico, incluso en las conferencias que doy sobre este tema no hablo de afrocubano, digo yo como negro cubano y para ellos resulta chocante pero yo no puedo ocultar una realidad que está en mi piel a la vista”.
