Israel es uno de los principales socios de Colombia en materia de seguridad, pero esa nutrida relación está en riesgo por las recientes tensiones diplomáticas que han escalado desde que el presidente colombiano comparara las acciones de Israel en la Franja de Gaza con los campos de concentración nazis.
Tras rechazar las declaraciones del presidente Gustavo Petro, Israel decidió detener las exportaciones de seguridad a Colombia, según informó su Cancillería el domingo, sin detallar si esto impactará en los acuerdos de cooperación y contratos ya firmados con Colombia que ascienden a millones de dólares.
Petro respondió retando con suspender las relaciones bilaterales de ser necesario y aseguró que no apoya “genocidios”.
La Embajada de Israel en Colombia no respondió de inmediato al ser consultada por The Associated Press sobre el alcance de su decisión.
Diego Molano, quien fue ministro de Defensa en el periodo 2021-2022, dijo a la AP que la decisión de Israel podría afectar al mantenimiento de los aviones KFIR, los convenios de ciberseguridad, material militar para la protección de fronteras y la producción de los fusiles Galil que utiliza el Ejército.
Con Israel, “tenemos una cooperación prioritaria y de las más relevantes para la seguridad nacional”, aseguró Molano, quien agregó que Estados Unidos, Inglaterra y Alemania también hacen parte de los socios estratégicos de Colombia en seguridad y defensa.
Colombia cuenta con unos 22 aviones modelo KFIR, cazabombarderos de fabricación israelí, que hacen parte de la flota de ataque y defensa aérea desde la década de 1980. Cumplen tareas estratégicas como atacar el tráfico de drogas, proteger el espacio aéreo por su capacidad de combate aire-aire y han ayudado a combatir a grupos armados como las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los últimos tres gobiernos han pensado en reemplazar los KFIR porque su vida útil se acerca a su fin y cada vez es más costoso el mantenimiento para conservarlos operativos. Sobre la mesa, hay propuestas de aviones de combate de Francia, Suecia y Estados Unidos que no se han concretado, dado que el gobierno de Petro ha dicho que priorizará los recursos para programas sociales.
Según documentos públicos del Ministerio de Defensa y de la Fuerza Aérea Colombiana revisados por la AP, Colombia firmó en diciembre de 2022 un contrato con Israel Aerospace Industries LTD (IAI), domiciliada en Israel, por más de 5,8 millones de dólares para servicios de mantenimiento de las aeronaves KFIR por dos años.
La Fuerza Aérea Colombiana justificó que la israelí IAI es el proveedor exclusivo para los KFIR. Además, en una resolución oficial advirtió que de no llevarse a cabo el mantenimiento de los aviones “conllevaría a la paralización de las aeronaves por factores directamente relacionados con la seguridad de vuelo”.
Los KFIR son los únicos cazabombarderos en Colombia. La flota de la Fuerza Aérea cuenta con otros tipos de aeronaves como los helicópteros Huey, fabricados en Estados Unidos; planeadores acrobáticos Perkoz SZD-54-2, comprados a Polonia; los Súper Tucano, fabricados en Brasil, y los Calima T-90 fabricados en Colombia para entrenamiento de pilotos.
Los militares colombianos también usan los fusiles Galil, calibre 5,56 mm, de fabricación israelí que desde el 2002 son producidos en Colombia gracias a una licencia que otorgó la Israel Military Industries (IMI) a la Industria Militar Colombiana y que también permite que la comercialice a nivel internacional.
Wilder Alejandro Sánchez, analista y presidente de Second Floor Strategies, una firma consultora de defensa y seguridad basada en Washington DC, explicó a la AP que el problema puede venir para Colombia en el mediano plazo cuando no reciban desde Israel más repuestos para los aviones, para los rifles Galil o los drones. “Creo que eso limitará la capacidad del ejército para combatir eficazmente algunas de las amenazas a la seguridad interna”, dijo a la AP.
Las exportaciones de Israel en Colombia van más allá de los aviones, armas y municiones. En el 2021 ambos gobiernos suscribieron un acuerdo por 28,5 millones de dólares para adquirir sistemas integrados de vigilancia, control y comunicaciones para las zonas de fronteras que utilizaría el Ejército.
“Usted no puede darse lujo de suspender relaciones de seguridad con uno de sus mayores socios en ese tema”, dijo a la AP Erich Saumeth Cadavid, analista e investigador en temas de defensa, en referencia a Colombia.
A su juicio, a Israel también le conviene tener una relación con Colombia: “Israel vende y exporta sistemas a un país (como Colombia) que tiene como característica que los emplea en operaciones reales de fuego. Es beneficioso para la industria de defensa de Israel porque prueba sus sistemas a nivel mundial”.
Colombia aún sigue combatiendo grupos al margen de la ley, pese a que desde el 2016 se silenciaron los fusiles de la guerrilla de las FARC, la que fuera la más antigua de Latinoamérica, gracias a un acuerdo de paz. Persisten otros grupos como el cartel Clan del Golfo, las disidencias de las FARC y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional, con los que el gobierno adelanta procesos de diálogo para desescalar la violencia que alimentan las rentas ilegales.
A pesar de la advertencia de Israel sobre detener las exportaciones en seguridad, Petro aseguró el miércoles que con el bombardeo al hospital de Gaza, en el que murieron centenares de personas, “la barbarie del Estado de Israel contra el pueblo palestino ha sobrepasado en mucho la barbarie de Hamas contra la población civil israelí”.
Un grupo de 12 excancilleres colombianos escribieron una carta a Petro advirtiendo que sus declaraciones “alejan las posibilidades de lograr una política de consenso en los asuntos internacionales y debilitan la institucionalidad de nuestra diplomacia”.
Acudiendo a canales diplomáticos, Petro se reunió el jueves con los embajadores israelí y palestino. Según un comunicado oficial, el mandatario manifestó la “urgente necesidad de iniciar un diálogo que conduzca a la solución de dos Estados, con fronteras claramente definidas” y democracias plenas.
Entre tanto, en las calles de Bogotá se han manifestado tanto a favor del pueblo palestino como de Israel.
La víspera, centenares de opositores al gobierno, como veteranos de la reserva y militantes de partido Centro Democrático, marcharon en contra de Petro, algunos ondeando la bandera de Israel.
“Por oponerse en contra del gobierno de Israel después de todo lo que hemos compartido como naciones, para apoyar a grupos terroristas que no representan ningún estado… por eso marcho en contra de Petro”, explicó a la AP Juan Carlos Villamil, quien sostenía un letrero pidiendo su renuncia.
El martes, frente a la Embajada palestina en Bogotá, otro grupo de personas defendieron su causa y apoyaron al presidente colombiano.
“Es una respuesta totalmente desproporcionada (de Israel) a los ataques de Hamas”, aseguró a la AP Gregorio Herrera vistiendo una bandera palestina. “Venimos aquí a apoyar al pueblo palestino que tiene derecho a su territorio, a su autodeterminación y sobre todo a poder vivir en paz”.
Fuente: AP