“Con la ratificación de Tratado de Libre Comercio se dio fin a un proceso muy largo, muy complejo y accidentado, tanto con el Congreso norteamericano como con la oposición que había aquí en Colombia. Una vez firmado es de esperar que se incremente el comercio entre los dos países pero no en unas magnitudes que vayan a cambiar de una manera radical las relaciones comerciales. Lo que se espera es que según las cifras de la oficina del representante de comercio de los Estados Unidos las exportaciones de ese país a Colombia aumenten en un mil millones de dólares y las de Colombia hacia allá pueden aumentar en unos 500, 600 millones de dólares”.
“Si es un aumento pero frente a las cifras de hoy un comercio bilateral que vale cerca de unos 16 mil millones de dólares pues no es una cantidad que vaya a cambiar radicalmente la situación. Es un aumento del orden del 10% que de todas maneras favorecerá un poco algunos sectores en ambas partes. Pero también hay que tener en cuenta tiene costo, los Tratados de Libre Comercio no son solo una panacea que brinda beneficios, tiene costos y beneficios de manera que vamos a empezar a vivir ese proceso”.
Con respecto a las FARC: “La gran sorpresa sería si las FARC dejaran de hacer locuras y hacer terrorismo, eso sería una sorpresa. Que sigan haciendo actos terroristas ha sido su historia y su tradición en los últimos 20 años. Lo que ha abierto alguna esperanza para las familias de los que viven esta tragedia de tener hasta 10, 12, 13 años a sus familiares encadenados en la selva es este anuncio de que los van a liberar”.
“Por supuesto hay un poco de escepticismo en algunos sectores, pero parece que las cosas en este campo van marchando en buen camino. Si esto llegara a pasar, esto sería una señal clara de que la nueva dirigencia de las FARC realmente está pensando en algún tipo de solución distinta. Ahora, aunque tengamos esa buena noticia y se liberen los secuestrados, no vamos a tener en el muy corto plazo una reducción de la actividad terrorista de las FARC, inclusive puede haber un recrudecimiento. En medio de una confrontación armada, las partes siempre tratan de incrementa y escalar la violencia, los atentados para hacer sentir que son fuertes y tratar de llegar con una posición más ventajosa a la mesa de negociación”.
