Nikki Haley dice que respaldará el proceso, pero no ha respaldado a Donald Trump, lo cual es importante porque cada uno de estos políticos representa corrientes distintas. Trump necesita ese 30 o 40 por ciento de apoyo, y si Haley no se lo da, entonces necesita a Mitch McConnell, quien ha tenido problemas con Trump. Una vez que estás en el negocio de la política, debes apartar tus diferencias personales. Nikki Haley está jugando sus cartas con cautela y las jugará cuando sea necesario; no las entregará fácilmente. A Trump le costará conseguir ese respaldo. En los 15 estados que votaron el martes y no le dieron suficientes delegados a Trump, hubo muchos jóvenes que no lo apoyaron. Aunque haya ganado en esos estados, muchos de esos votos no le serán útiles a menos que haya alguien más que los impulse.
El presidente Biden ha enfrentado muchos momentos difíciles últimamente, por eso su aprobación sigue siendo tan baja. Ha logrado organizar, para este jueves, un informe de la nación sobre el estado de la unión con los republicanos, lo cual le beneficiará mucho, ya que debe ofrecer un discurso muy sólido. Un error podría ser fatal para él. Tendrá que comunicar lo que su departamento de comunicaciones no ha hecho, lo que él ha logrado. Sin duda, los problemas que enfrenta hoy podrían heredárselos a Trump.
