Respecto a la cercanía del presidente Donald Trump con las autoridades de Qatar, se puede argumentar que las reuniones diplomáticas son necesarias, incluso entre países con marcadas diferencias, para coordinar acuerdos. Por ejemplo, Qatar desempeñó un papel fundamental en los Acuerdos de Abraham durante el primer mandato del entonces presidente Trump.
Las alianzas entre países a veces se forman por vínculos menos evidentes o, al menos, eso es lo que se proyecta públicamente. Durante la Guerra Fría, Estados Unidos forjó alianzas que no necesariamente eran las más naturales; y en la Segunda Guerra Mundial, fue crucial la alianza con la extinta Unión Soviética. En tiempos de guerra o tensión, es común que se formen coaliciones que podrían parecer extrañas en otros contextos.
En el caso de Qatar, su política exterior se caracteriza por intentar mantener relaciones con una amplia gama de actores globales, incluyendo aquellos considerados controvertidos como Hamás o los talibanes. Si bien esto puede llevar a diversas interpretaciones, estos procedimientos diplomáticos, con sus complejidades, han sido una constante a lo largo de la historia y siguen siendo necesarios.
Seguridad Hemisférica y amenazas regionales
A propósito de la Conferencia Anual de Seguridad Hemisférica y en referencia a declaraciones del comandante del Comando Sur sobre la amenaza de «TGA» (acrónimo no definido en el texto original) en América Latina, el analista Supervielle consideró dichas apreciaciones como sensatas y apropiadas.
Supervielle añadió que cada comandante tiene su propia perspectiva. Siendo el actual comandante un almirante (proveniente de la Marina, «Navy»), es natural que su enfoque se centre significativamente en la incidencia de China y en cómo grupos delictivos en América Latina son instrumentalizados por adversarios de Estados Unidos, tales como Irán y la propia China.