“Las cartas fueron de los obispos de la isla dándole un apoyo al cardenal Jaime Ortega por su labor ya que ha estado bajo el fuego por ciertas declaraciones que fueron desacertadas cuando habló sobre las personalidades que estaban en la Iglesia de la Caridad en La Habana días antes de la llegada de Benedicto 16 a la isla”.
“Me parece interesante que se está haciendo una crítica al cardenal quien ya por procedimientos normales en la iglesia ya a la edad en que él llegó había presentado su dimisión, su renuncia a los 75 años y el Vaticano no se la aceptó, eso no quiere decir que no se jubile dentro de unos cuantos años”.
“Cuando el cardenal hizo aquellas declaraciones que yo consideré desacertadas, de que los que estaban en la Iglesia de la Caridad eran unos delincuentes, etc., etc., yo creo que hay maneras de decir las cosas. Marta Beatriz Roque ha sido lo que más ha hablado con respecto a este tema. Que yo sepa Marta Beatriz Roque no tiene ninguna trayectoria religiosa de ninguna denominación. Yo creo que las Damas de Blanco también tienen que tomar en consideración la labor que hizo el cardenal con respecto a la liberación de los presos que quedaban en Cuba del grupo de los 75. Aquí no se ha dado toda la información de que fueron las Damas de Blanco, en ese momento era Laura Pollán, pedían tres puntos, que los presos que estaban enfermos fueran hospitalizados, tuvieran un mejor trato y estuvieran cerca de las familias. Los presos que estaban en otras provincias fueron puestos cerca y que todos fueran puestos en libertad y que salieran con su familia inmediata y otros familiares. Ese fue un requisito que presentaron en aquel momento, y algunos de los disidentes se han quedado en la isla”.
“Muchas de las personas que están criticando tan severamente la labor del cardenal creo que tienen poco conocimiento de cómo quedó la iglesia en Cuba en los años 60”.
“Payá es un militante, el movimiento que él encabeza es un movimiento cristiano, que haya hecho esas declaraciones, pues yo creo que hay un nuevo criterio. Un nuevo criterio con una persona que tiene una trayectoria desde un conocimiento religioso en este caso de crítica. Pero fíjate que la crítica de Payá no es como la de Fariñas, no es una crítica como la de las otras personas que si yo mal no recuerdo no han tenido un contacto con la iglesia, no la católica, de ninguna denominación hasta hace muy poco”.
“Hay maneras y maneras de expresar el descontento, el desacuerdo con un punto de vista, con una entidad o con una persona o con una iglesia en este caso”.
“Yo hablé con Betancourt que es el párroco de la Iglesia de la Caridad, que dijo claramente: -Señores digan la verdad, no tergiversen los hechos de lo que ha pasado aquí. Eso lo dijo muy claramente”.