“El programa no va a desaparecer en lo más mínimo, lo que sucedió fue lo siguiente, el gobierno federal le entrega al condado una cantidad de dinero al año para que lleve a cabo el proceso de ofrecer el programa de Head Start para los niños desde que nacen hasta los cuatro años, para las familias de bajos recursos”.
“El condado opera 14 centros directamente, pero tiene alrededor de 14 más que son subcontratados, agencias sin fines de lucro como lo es el Centro Mater, como lo son Caridades Católicas que también llevan a cabo la misma labor y lo que se descubrió fue que el condado tenía que aportar del fondo general, o sea directamente del bolsillo del contribuyente entre tres y cinco millones de dólares al año para poder mantener los niveles de pago tan alto que se estaban haciendo a los maestros en la parte del condado”.
“Empezamos a trabajar en eso como parte de mi comité, y se dijo no es lógico que una persona que esté llevando a cabo este proceso en la parte del condado, gane con los beneficios sin tener un certificado de maestro hasta 80 y 90 mil dólares, y otros que si tengan certificado, con lo tienen en el Centro Mater estén ganando 40 y 42 mil dólares, eso hay que equipararlo porque hay muchos niños en la lista de espera y estos salarios están fuera de proporción”.