“Hay muchas cosas que se pueden hacer pero aquí lo importante son nuestros hijos, que ellos estén bien y que puedan hacer bien el examen. Pero lo primero que como padres tenemos que hacer es manejar nosotros nuestros temores. En muchas ocasiones lo que hacemos es estar sembrando a ellos la presión que nosotros sentimos. A lo mejor el muchacho no siente tanta presión y el que la está estableciendo es uno mismo. Entonces hay que tener cuidado, si yo le digo a mi hijo: -Este examen es lo más horrible que hay, este examen es lo más terrible, qué cosa tan mala que te estén teniendo que dar este examen, el muchacho va a ir con una actitud que está afectada por mi visión. Yo tengo que decirle a él aunque este examen es importante yo tengo que ayudarlo en su autoestima, decirle: -Yo se que tu eres un muchacho que tiene capacidad, yo creo que tu vas a hacer lo mejor que puedas hacer”.
“Tenemos que darle a ellos el entendimiento de que son capaces de poder hacer bien el examen. Además hay algunas cosas prácticas que podemos hacer, ayudarlos a que tengan una buena noche de descanso, que se acuesten temprano, la alimentación, que tengan los suficientes azúcares y proteínas para que el cerebro esté en su funcionamiento a capacidad”.
“Hay que tener mucho cuidado ayudándoles a ver el examen de una manera positiva, de una manera saludable, que no entren con temores, que no entren con ansiedades. Entonces cómo los podemos ayudar? Ayudándolos a manejar el stress, a manejar la ansiedad del momento y está demostrado que esto ayuda a hacer bien un examen”.