“Este fue un sistema que se diseño hace 10 años, obviamente hemos tratado de actualizarlo lo más que hemos podido y llega un punto en donde todos quisiéramos tener el último sistema, el último programa de computación. Lamentablemente el programa de la terminal norte es muy complejo, en realidad fue catalogado por expertos en ingeniería como el proyecto más complejo del mundo en un tiempo. Envuelve 3.6 millones de pies cuadrados de construcción mientras la terminal está siendo operada, aviones están llegando y saliendo, un trabajo que ha requerido una coordinación impresionante y gracias a Dios hemos llegado a un final feliz, porque desde que el condado reasumió las riendas del proyecto nosotros hemos estado a tiempo con todo el cronograma de trabajo que teníamos y hemos estado abriendo puertos de acuerdo al nuevo cronograma que hicimos después de asumir el proyecto”.
“El único punto que tuvimos muchas dificultades y las seguimos teniendo es con el sistema de equipaje. Obviamente un sistema diseñado 10 años atrás, tiene tecnología que empieza a ponerse un poco obsoleta, la tecnología va a pasos agigantados y lamentablemente no puede seguir el paso del programa”.
“Lo que American quería era rehacer la programación, ponerle un nuevo cerebro al sistema. No estamos hablando del sistema físico, las correas transportadoras se quedan exactas como están, las máquinas de escaneo de maletas, todo queda igual. Lo que ellos querían era reponer el cerebro, cambiar el software y la programación. Nosotros hicimos los test con la Administración de seguridad de este país y nunca ha sido comprometida la seguridad del pasajero, en eso sí todo el mundo puede estar muy tranquilo, porque en ningún momento ni American ni nadie pondría en duda la seguridad del pasajero”.
“El costo del doble no es sólo debido al retraso, sino que este sistema fue diseñado antes de septiembre 11. Septiembre 11 es un evento que ha cambiado la aeronáutica de este país, en sentido de seguridad y dispositivos de seguridad para que el pasajero viaje tranquilamente”.
“Encima del atraso físico que tuvo cuando American Airlines administraba el proyecto, cinco años de retraso, encima tuvimos que hacer mejoras para que vayan con los nuevos dispositivos de seguridad, pero estamos llegando a un final feliz, si Dios quiere. Nosotros tenemos la confianza de que el sistema va a responder a las necesidades operativas”.
“Nos dieron 54.4 millones en un grant, ellos le dan unos fondos que le reembolsan la cantidad gastada. El resto muy al contrario de lo que la gente piensa, aquí no hay un centavo de dinero del contribuyente, no hay dinero de impuestos aquí. Lo que se paga con el capital improvement, que es el préstamo que nosotros sacamos para construir, eso lo repagan las mismas aerolíneas en la operación del aeropuerto. No existe el dinero del contribuyente de Miami”.