Mike De La Rosa, comisario de la policía de Bal Harbour, fue uno de los primeros en recibir a los náufragos. El oficial dijo que vio a los ocho hombres en buen estado de salud y se sorprendió de que hayan podido atravesar una fuerte tormenta a bordo del rústico navío.
“Estos hombres fueron muy afortunados. Cuando uno considera que estos ocho individuos, de entre 30 y 40 años, estuvieron en el mar en esta embarcación casera y pasaron una tormenta. Son muy, muy afortunados de estar con vida”, le dijo De La Rosa a la televisora CBS4.
Imágenes de la embarcación en la que arribaron mostraban un bote de madera de alrededor de 25 pies de largo, pintado parcialmente de verde, con velas de lona negra, y propulsado por un motor de automóvil. Tenía en su interior alrededor de un pie de agua y flotaban allí algunos cauchos inflados.
Walter Ramires Llorente, otro de los cubanos, dijo que construyeron la barcaza “en tiempo récord”.
“Fueron 11 días botando tanquetas de agua diarias porque lo hicimos en dos días el bote, tiempo récord. No estaba terminado por completo. Tuvimos que echarlo así mismo al agua”, dijo.
Los hombres fueron recogidos por los funcionarios de aduanas y protección de fronteras y casi al anochecer del martes se dirigieron a la oficina en Doral de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos (USCCB).
De acuerdo con la política de “pies secos, pies mojados”, los cubanos que pisan territorio estadounidense tienen posibilidades de quedarse, mientras que los interceptados en el mar son devueltos a la isla.
Normalmente, los balseros cubanos que tocan tierra son retenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza solo por unas horas o máximo un día mientras verifican sus antecedentes y les procesan su parole o permiso de entrada.
Luego son derivados a agencias de ayuda a refugiados e inmigrantes, en este caso USCCB.
De acuerdo con cifras de la Guardia Costera, en lo que va del presente año fiscal, que comenzó el pasado 1 de octubre, más de 3,300 cubanos han sido interceptados, avistados o han llegado a través del Estrecho de la Florida.
En el año fiscal 2015, unos 4,476 inmigrantes cubanos fueron interceptados, avistados o llegaron por mar, la cifra más grande en más de siete años.
Nueve balseros cubanos llegaron el 3 de mayo a los Cayos de la Florida, que se sumaban a unos 60 que habían completado la travesía esa última semana.
Según la Guardia Costera, la incertidumbre sobre un posible cambio de la política migratoria de EEUU hacia Cuba tras la reactivación de las relaciones bilaterales entre ambos países en el 2014 ha disparado la llegada de inmigrantes de la isla.
El senador cubanoamericano por Florida, Marco Rubio, intentó sin éxito el mes pasado llevar adelante una propuesta para eliminar el estatus especial de los inmigrantes cubanos que les permite recibir beneficios cuando llegan al país.
Fuente: Elnuevoherald.com