Seis estadounidenses fueron detenidos el viernes en Corea del Sur por tratar de enviar 1.600 botellas de plástico rellenas de arroz, biblias en miniatura, billetes de un dólar y memorias USB hacia Corea del Norte por mar, informó la policía.
Los estadounidenses fueron arrestados en la isla de Gwanghwa, próxima a la frontera entre las dos naciones rivales, antes de lanzar las botellas al mar para que las corrientes las arrastraran hasta la costa norcoreana, explicaron dos policías de Gwanghwa. Los detenidos están siendo investigados por presuntas violaciones de la ley de gestión de seguridad y desastres, agregaron.
Los agentes, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a informar a la prensa sobre el incidente, se negaron a ofrecer detalles personales sobre los estadounidenses en cumplimiento con las normas de privacidad.
La policía de Gwanghwa señaló que aún no conoce el contenido de las memorias USB.
La embajada de Estados Unidos en Corea del Sur no hizo comentarios de inmediato.
Durante años, los activistas han tratado de lanzar botellas de plástico o globos a través de la frontera con folletos de propaganda antinorcoreana y memorias USB con dramas surcoreanos y canciones de K-pop, una práctica que estuvo prohibida entre 2021 y 2023 por temor a que pudiera avivar las tensiones con Pyongyang.
Corea del Norte respondió a campañas anteriores de globos con una retórica incendiaria y otras muestras de enojo. El año pasado, lanzó sus propios globos a través de la frontera, arrojando basura en varios lugares, incluyendo el complejo presidencial en Seúl.
En 2023, el Tribunal Constitucional surcoreano anuló una polémica ley que penaba el envío de folletos y otros objetos al Norte, calificándola de restricción excesiva a la libertad de expresión.
Pero desde que asumió el poder a principios de junio, el nuevo gobierno progresista del presidente Lee Jae Myung está impulsando medidas para reprimir estas campañas civiles con otras leyes relacionadas con la seguridad, para evitar un aumento de tensiones con el Norte y reforzar la seguridad de los surcoreanos que viven cerca de la frontera.
El 14 de junio, la policía detuvo a un activista que supuestamente lanzó globos hacia Corea del Norte desde la isla de Gwanghwa.
Lee asumió la presidencia con la promesa de reiniciar el diálogo con la hermética nación, que lleva años latente, y de establecer la paz en la península de Corea. Su gobierno paró la emisión de propaganda contra Pyongyang desde los altavoces instalados en la frontera para intentar aliviar las tensiones militares. Desde entonces, en el lado surcoreano de la frontera no se escuchan tampoco las transmisiones norcoreanas.
Pero no está claro si Pyongyang responderá al gesto conciliador de Lee luego de que el año pasado se comprometió a romper relaciones con Seúl y abandonar el objetivo de la reunificación pacífica de Corea. Las conversaciones oficiales entre los dos países llevan estancadas desde 2019, cuando la diplomacia liderada por Estados Unidos para la desnuclearización del Norte fracasó.
Fuente: HYUNG-JIN KIM Associated Press