El gobierno cubano abrió este lunes una serie de tiendas en dólares repletas de los productos que por meses escasearon en los mercados cubanos.
Cortes de carne de res, jabón, detergente, champú, conservas de todo tipo, pastas y granos aparecieron de un momento a otro ante las filas de centenares de personas que esperaban comprar desde la madrugada con tarjetas en divisas expedidas por bancos cubanos.
“Es un regreso a la década del 90 en toda regla. Cuba se ha convertido no solo en el parque temático de los turistas, donde vienen a ver cómo se vivía el socialismo real, sino también en una máquina del tiempo para los propios cubanos que vemos regresar nuestra vida al Período Especial”, dijo Eloína López, una ama de casa de 43 años, en una entrevista telefónica desde el Cotorro, a las afueras de La Habana.
López vive de la remesa que cada mes le envía su marido desde Estados Unidos. “Llevo meses pasando trabajo para conseguir carne porque la gente no la quiere vender ni por la izquierda [en el mercado negro]. La Policía tiene aterrorizados a los vendedores con los reportajes del noticiero, donde ponen a la gente que hace cosas ilegales”, dijo.
Para la mujer las nuevas tiendas son “un alivio” porque “al menos hay cosas para el que tenga dinero”, pero dice estar preocupada por quienes no tienen familia en el extranjero. “Yo tengo a mi esposo fuera pero no todo el mundo tiene esa suerte. Hay gente que vive con lo que dan en la libreta. Esos la van a pasar muy mal”, aseguró.
En las primeras horas del lunes la moneda convertible cubana se desplomó frente al dólar en las casas de cambio clandestinas, cotizándose entre 1.30 y 1.50 CUC por dolar.
A medida que la economía venezolana —el principal socio comercial de Cuba— fue deteriorándose por la pésima gestión del régimen de Nicolás Maduro, la situación en la isla también se complicó.
El gobierno de Raúl Castro primero y el de Miguel Díaz-Canel después se endeudaron más para comprar alimentos en el extranjero ante la ineficiencia del sistema empresarial cubano de corte soviético.
Con una galopante deuda externa, las sanciones de la administración de Donald Trump y el derrumbe del turismo por la pandemia de COVID-19, el gobierno se vio obligado a abrir tiendas en dólares para recaudar divisas y operar.
Para Emilio Morales, de la consultora The Havana Consulting Group se trata de una medida “desesperada”, que muestra cuán crítica es la situación de la economía cubana,
“El país no tiene dólares y la intención es sacarle a la gente el dinero que tienen guardado bajo el colchón y estimular también el envío de remesas desde el exterior, debido a que las principales fuentes de ingresos del gobierno se han reducido considerablemente”, dijo.
“Vender en pesos convertibles en el mercado interno ya no es rentable a los militares cubanos, pues esa moneda no tiene ningún valor fuera de Cuba. Por tanto, necesitan vender en dólares para poder pagarle a los proveedores”, agregó.
Diversos países han mostrado ya preocupación por los impagos del gobierno cubano a sus empresarios. Es el caso de España, el principal inversor extranjero en Cuba, a cuyos empresarios se les debe más de $300 millones, según la Agencia EFE.
“Esta crisis no nos ha cogido en el peor momento, pero sin duda en uno malo, porque sigue habiendo una situación tensa desde el punto de vista financiero del país y empresas que tienen problemas de cobro”, aseguró a la agencia EFE, Xulio Fontecha, presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba (AEEC).
Para Morales, el problema es “sistémico”, producido por un régimen que no ha logrado hacer remontar la economía del país en más de 30 años.
“A duras penas el país se mantiene generando electricidad, gracias al petróleo que Maduro le entrega desde Venezuela”, dijo.
Morales considera que lo más preocupante es que el gobierno no envía señales de que vaya a implementar profundos cambios en la economía.
“La estrategia para desarrollar el país no existe. Lo que se intenta implementar son medidas de sobrevivencia tras 60 años de acumulación de problemas, 60 años con una población sometida a la pobreza y a una generación en el poder que ha creado un modelo donde el poder perpetuo y la limitación del individuo han sido la clave de su existencia”, apuntó.
Fuente: El Nuevo Herald